Redacción.
Cocinar para los más pequeños del hogar puede ser una experiencia divertida tanto para los padres como para los niños.
“Es importante dotar de sorpresa, diversión y creatividad a los menús infantiles, porque nos jugamos mucho en la comida. Una buena edad para incorporar los menús creativos es a partir de los 4 años, cuando el niño ya puede empezar a comer de todo”, explica Ángela Villarejo, autora del libro Recetín.
Ideales para el fin de semana.
Si los padres no disponen de tiempo suficiente para aplicar un menú semanal a las meriendas de sus hijos, pueden cocinar divertidos y sorprendentes platillos los fines de semana con los niños.
Comidas saludables
Elabore recetas que incluyan frutas, verduras y algunas legumbres pero siempre con un toque divertido. De esta manera atraerá la atención del niño por comer alimentos saludables.
Lazos familiares
Es importante pasar tiempo en la cocina con los niños para que se acostumbren a manipular alimentos y a disfrutar cocinando como un gran chef. Además, es una actividad perfecta para compartir tiempo en familia.
Recetas:
puré sonriente
Preparación: En una cacerola caliente agua con un poco de aceite de oliva. Lave, pele y corte las verduras en trozos pequeños. Corte en trozos la pechuga de pollo y échele sal. Mezcle las verduras y el pollo en la cacerola. Deje cocer por media hora, hasta que las verduras se ablanden.
Retire del fuego, saque las verduras y el pollo añada dos quesos y triture en el vaso de una batidora con un poco de caldo. Vuelva a poner el puré en el fuego a baja temperatura, agregue sal y pimienta, después de 5 minutos, sirva. Corte el queso en forma de ojos y una boca sonriente y colóquelos sobre el puré, junto con una ramita de perejil.