Encierro en casa: guía para padres

Los padres estresados deben buscar apoyo mutuo durante esta pandemia, señalan expertos en salud infantil

Nueva York, EUA.

Ya han pasado varias semanas de confinamiento en casa por el coronavirus y es quizá en este punto cuando las personas ya pudieron haber llegado a su punto máximo de ansiedad.

Al estrés por el encierro se suman las malas noticias que se escuchan, los afanes de la casa, el teletrabajo y lidiar con los niños las 24 horas del día.

A medida de que el número de casos de coronavirus aumenta y las familias pasan largos períodos en aislamiento, los padres se enfrentan a un estrés financiero y emocional único.

Una investigación muestra que el estrés familiar pone a los niños en un mayor riesgo de abuso, según la Academia Americana de Pediatría (AAP).

La academia aconseja a los padres y a otros cuidadores de niños que saquen el tiempo de cuidarse, lo que incluye comer una dieta saludable, hacer ejercicio y dormir lo suficiente.

También es importante mantener conexiones a través del teléfono o los videos con los amigos, los familiares y otros que puedan ofrecer apoyo, planteó la AAP en un comunicado de prensa.

“Durante este momento de ansiedad comprensible, devuelva el favor y comuníquese con los padres cuando necesiten respaldo”, aconsejó la presidenta de la AAP, la doctora Sara Goza.

“Si alguien le llama porque está frustrado con un bebé que llora o un niño pequeño que no para de gritar, ofrézcale ayuda”.

Los niños podrían mostrar señales de un mayor estrés si están aislados con sus familias en casa durante mucho tiempo, lo que puede aumentar la frustración de toda la familia.
El doctor Robert Sege, miembro del Consejo de Abuso y Negligencia Infantiles de la AAP, dijo que “tristemente, más o menos cinco niños mueren cada día en EE UU por el abuso y la negligencia. Nos preocupa el estrés financiero y emocional que esta pandemia implica para las familias”.

Ofreció el siguiente consejo a los padres estresados. “Llame a su pediatra. Llame a un amigo cercano, a un familiar o a su líder religioso. Si cree que va a explotar, llame a alguien”.

Los padres que se enfrentan al estrés agudo deben tomarse unos segundos y plantearse tres preguntas: ¿este problema representa un peligro inmediato?, ¿cómo me sentiré mañana respecto a este problema? y ¿es esta situación permanente?

En muchos casos, las respuestas aliviarán el estrés y el impulso de pagarlo verbal o físicamente con los niños, aseguró la AAP.