En un día, una persona utiliza el inodoro siete veces en promedio y cada descarga emplea hasta 16 litros de agua, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Por lo tanto, un usuario puede desperdiciar hasta 112 litros del líquido al usar un retrete convencional.
“No es sostenible (el inodoro tradicional) porque estamos utilizando un recurso como el agua para deshacernos de nuestros propios desechos. Es una cultura del desperdicio y el agotamiento”, considera Miriam Alfie, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana de México (UAM). En el hogar, el inodoro es la principal fuente de desperdicio de agua, según cifras de la Conagua.
El 40 por ciento del líquido que utiliza una persona en un día se derrocha en el retrete, indica la dependencia. Le sigue, con 30%, el uso de la regadera; 15%, lavado de ropa, y otro 15% se destina a la cocina, a la limpieza y otros usos.
Atienden problema
En la Unam, investigadores trabajan en un sanitario para entornos urbanos que funcione sin agua. “La mayoría de los baños secos están pensados para ambientes rurales, donde tenemos bastante espacio, y pueden estar ubicados en casetas que no están dentro de los cuartos”, indica Borja.
| El baño seco se construyó con tierra arcillosa, arena y paja. Los inventores proponen un diseño industrial similar a un inodoro tradicional.
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Contribuye a la causa. En el hogar se puede impulsar el uso eficiente del agua en los sanitarios.
1. Reemplázalo. Los retretes antiguos pueden ocupar hasta 16 litros de agua por descarga, pero los más modernos funcionan incluso con 3.8 litros.
2. Repara fugas. Un inodoro con filtraciones puede desperdiciar hasta mil litros de agua al día. Para detectarlas, agrega colorante al agua del tanque.
3. No arrojes basura. No solo se contamina más el agua, sino que el baño.
