Redacción
Los animales de compañía son muy solicitados, sobre todo por los niños. Se dejan acariciar y son buenos amigos, pero no a todos les gustan las caricias permanentes ni que los tomen en sus brazos.
Los dueños, en muchas ocasiones, malinterpretan su lenguaje corporal y a veces las señales que creen que son de cariño pueden ser de alerta o de agresividad.
“Cuando los gatos ronronean, los dueños suelen creer que es porque se encuentran muy a gusto. En principio sí es así”, afirma Astrid Behr, portavoz de la Asociación Alemana de Veterinarios. “Pero los gatos también ronronean para entrar en una especie de trance cuando tienen dolores”, añade la experta.
En esos casos, una visita al veterinario puede llevar a descubrir heridas o enfermedades.
A continuación le presentamos unos consejos para evitar caer en interpretaciones erróneas con sus mascotas.
Cuidados para cada uno: