SAN PEDRO SULA.
Muchos niños suelen sentirse incómodos el primer día de clases, ya que comienzan una etapa distinta y es la primera vez que deben estar sin sus padres.
El inicio del año escolar puede ser sinónimo de llantos, berrinches y caras tristes, especialmente en los más pequeños que se sienten asustados por encontrarse en un ambiente que no es el de siempre.
Ante tal situación, los padres son los principales responsables de prepararlos psicológicamente antes de iniciar las clases.
Por su parte, los maestros deben crear un ambiente agradable para que el niño supere más rápidamente ese paso difícil de estar sin papá y mamá; los docentes se encargan del tiempo que van a compartir con los niños; buscan qué tipo de actividades realizar para introducirlos al entorno, tratando de divertirlos y atraer su confianza para que todo gire en otro ámbito.
El primer día de clases se dedica básicamente a que los niños y adolescentes tengan momentos de recreación en los que se sientan bien, ya que se pretende que ellos aprendan a convivir con los demás niños, y así se adapten más fácilmente.
| Para algunos niños el primer día de clases sentirán la ausencia de sus padres. Es común que lloren y hagan berrinches mientras se adaptan
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Miedo.
Un importante factor por lo que los niños mayores y adolescentes no quieren regresar a clases es cuando han sufrido bullying. Estos casos se deben tratar a tiempo, ya que los menores pueden llegar a traumarse a tal grado que no quieran seguir estudiando porque temen seguir siendo víctima de ese acto.
“En todas las instituciones a diferentes niveles se sufren casos de bullying; esta palabra ya es parte del diario vivir, pero el trabajo de la escuela es controlar que esto se salga del parámetro permitido y si llega a pasar utilizamos medidas que van bajo las normas de la escuela como levantar actas”, explica Karina Alvarado, directora de la escuela bilingüe Little feet.
Alvarado menciona también que actualmente la palabra expulsión ya no va dentro del lenguaje educativo, su nombre ha sido sustituido con un ‘cambio de ambiente’, que en sentido relativo viene a ser el mismo concepto.
Como madre y directora del centro escolar, Karina dice que “es mejor prevenir que querer reparar algo, algunas de las medidas que se toman en los centros educativos para encaminar a los niños y jóvenes es creando campañas de prevención en las que se implementan clases de valores durante todo el año escolar para hablar acerca de cuál debe ser nuestro comportamiento como humanos ante la sociedad”, comenta.
Además, se debe propiciar un ambiente saludable en la institución (recreación, espacio adecuado, docentes adecuados, horarios convenientes para el alumno, tecnología adecuada, etc.).
Los padres deben empezar a moldear el carácter de sus hijos desde que estos nacen, pues cuando llegan a la escuela ya llevan rasgos de personalidad bien marcados de acuerdo al ejemplo que sus progenitores dan en casa.
“Mi trabajo como madre es esforzarme por dar el mejor ejemplo a mis hijos y darles un ambiente adecuado y saludable”, agrega.
Existen casos de estrés en niños, los cuales son provocados por la presión y exigencias de la familia y los maestros, que los llevan a ser extremadamente perfeccionistas y autocríticos.
Consejos
Si su niño es pequeño, invítelo a que le ayude a preparar la lonchera, la mochila y el uniforme para que desde casa ya sea partícipe de su nueva vida escolar.
Bríndele seguridad, háblele cosas positivas de su escuela, de los juegos, de los nuevos amigos que podrá hacer y de lo mucho que aprenderá en la misma.
Hable con su hijo para que sienta confianza de quedarse en la escuela y no piense que usted lo está abandonando. Hágale saber que la misma será su segundo hogar y que no debe sentir miedo.
Diálogo, darles una sana alimentación y estar pendientes son claves para el desempeño de su hijo.
