San Pedro Sula. En ocasiones los padres se preocupan por los
amigos imaginarios que tienen sus
hijos. Pero hasta qué punto esto es normal, tome nota de qué puede hacer.
Según explica la psicóloga Magdalena Turcios los amigos imaginarios son momentos en el desarrollo de la etapa infantil. 'Suceden cuando los niños y niñas desarrollan el deseo de socializar y tal vez pasan mucho tiempo solos por el trabajo de sus padres o las circunstancias sociales y económicas que les rodean. Por lo que crean personalidades tomadas de fragmentos de su propia vida o de personas reales que les rodean'.
Los padres de familia pueden seguir estos consejos:
- Paciente observación, continua e informada. Los niños pueden hablar con sus juguetes y hasta considerarlos parte de su familia. Pero es necesario estar muy atentos a cambios en el estado de animo o alteraciones en la conducta.
- Platicar con ellos. Ser parte de su mundo. Evitar dejarlos solos porque nos acomodemos al hecho que no molestan y están “queditos”. Pregunta con curiosidad de niño no con inquisición de padre. ¿Quién es tu amigo?, ¿Cuál es su nombre?, ¿te ha dicho si quiere algo de ti?, ¿no se enoja o busca lastimarte?, ¿puedo verlo yo?, ¿Por qué?.
- Esto nos puede permitir saber si el mismo niño con considera un amigo imaginario o el nivel de realidad que proyecta en el personaje.
'Generalmente los niños superan esta etapa cuando desarrollan amistades tangibles normales, cuando socializan en la escuela. Cuando aprenden a expresar sus ideas y sentimientos con libertad', comentó Turcios.
¿Qué sucede cuando un niño no supera esta etapa? El niño puede ser dependiente de su relación imaginaria. Podría verse afectada su capacidad de socializar. Y en el peor de los casos desarrollar cuadros psicóticos, delirios de persecución y perder la capacidad de distinción de la realidad. En ese caso debe acudir con un experto.
Según explica la psicóloga Magdalena Turcios los amigos imaginarios son momentos en el desarrollo de la etapa infantil. 'Suceden cuando los niños y niñas desarrollan el deseo de socializar y tal vez pasan mucho tiempo solos por el trabajo de sus padres o las circunstancias sociales y económicas que les rodean. Por lo que crean personalidades tomadas de fragmentos de su propia vida o de personas reales que les rodean'.
Los padres de familia pueden seguir estos consejos:
- Paciente observación, continua e informada. Los niños pueden hablar con sus juguetes y hasta considerarlos parte de su familia. Pero es necesario estar muy atentos a cambios en el estado de animo o alteraciones en la conducta.
- Platicar con ellos. Ser parte de su mundo. Evitar dejarlos solos porque nos acomodemos al hecho que no molestan y están “queditos”. Pregunta con curiosidad de niño no con inquisición de padre. ¿Quién es tu amigo?, ¿Cuál es su nombre?, ¿te ha dicho si quiere algo de ti?, ¿no se enoja o busca lastimarte?, ¿puedo verlo yo?, ¿Por qué?.
- Esto nos puede permitir saber si el mismo niño con considera un amigo imaginario o el nivel de realidad que proyecta en el personaje.
'Generalmente los niños superan esta etapa cuando desarrollan amistades tangibles normales, cuando socializan en la escuela. Cuando aprenden a expresar sus ideas y sentimientos con libertad', comentó Turcios.
¿Qué sucede cuando un niño no supera esta etapa? El niño puede ser dependiente de su relación imaginaria. Podría verse afectada su capacidad de socializar. Y en el peor de los casos desarrollar cuadros psicóticos, delirios de persecución y perder la capacidad de distinción de la realidad. En ese caso debe acudir con un experto.
