'13 Reasons Why”: motivos por los que los padres deberían tener cuidado

A expertos les preocupa que la serie de Netflix, que busca disuadir a niños y adolescentes del suicidio, tenga el efecto contrario.

  • 09 may 2017

Estados Unidos.

Comenzó como una novela dirigida a los adolescentes que se convirtió en todo un éxito de ventas.

En 2007, 'Thirteen Reasons Why', la primera novela de Jay Asher, describió la historia de una chica de 16 años llamada Hannah Baker. En el libro, Hannah hace un relato (desde la tumba) sobre los chismes, las humillaciones, el acoso, la invasión de la privacidad, las traiciones y la agresión sexual cuando estaba en secundaria y que la llevaron al suicidio.

En la primavera de 2017, '13 Reasons Why' se hizo incluso más popular al convertirse en una serie de Netflix con 13 episodios.

¿Qué tan popular? Netflix no ofrece índices de audiencia. Pero en el mes desde que comenzó a transmitirse en su totalidad, se pueden ver evidencias del amplio alcance de la serie entre los jóvenes que la vieron de un tirón, que han llenado los medios sociales con discusiones sobre el programa.

Por ejemplo, Twitter ya ha sido inundado con 11 millones de tuits relacionados con la serie. Y la revista Variety afirma que eso hace que el éxito de Netflix sea “el programa sobre el que más se ha tuiteado en 2017”, hasta la fecha.

Según el Instituto Nacional de la Salud Mental de Estados Unidos, el suicidio sigue siento la tercera causa principal de muerte de los estadounidenses de 10 a 14 años. Entre los que tienen de 15 a 34, es la segunda causa principal.

Y un nuevo estudio publicado el jueves encontró que la tasa de adolescentes con pensamientos suicidas o autolesiones atendidos en los departamentos de emergencias de EUA se duplicó entre 2008 y 2015.

Entonces, ¿qué tiene de malo que 13 Reasons Why se enfoque en este tema? Mucho, según expertos en el suicidio adolescente, a quienes les preocupa que una serie que busca disuadir a niños y adolescentes del suicidio tenga el efecto contrario.

El peligro de los ’imitadores’

El doctor Víctor Schwartz es director médico de la JED Foundation, un grupo de defensoría con sede en la ciudad de Nueva York que se dedica a la prevención del suicidio en los adolecentes y adultos jóvenes. Cree que Netflix fue “sincero” en su esperanza de que 13 Reasons Why podría reducir el suicidio adolescente, pero que subestimó la complejidad del tema.

“El problema es que no estoy seguro de que un niño de 12 años de verdad se tome esto como una historia con moraleja”, dijo Schwartz. “Una preocupación es que el personaje de Hannah es extremadamente atractivo, de muchas formas. Se puede ver que los televidentes jóvenes se identifican con ella, pero al mismo tiempo su perfil psicológico presenta problemas reales”, explicó.

“Por ejemplo, no hay ambivalencia ni un malestar explícito (sobre su situación)”, anotó. “La única emoción que se presenta es la ira contra todas las personas que le hicieron daño”.

Y Schwartz considera que la serie se extralimita en un aspecto peligroso.

“En el último episodio su suicidio se presenta de forma explícita”, anotó. “No diría que su suicidio se rodea de romance o se glorifica, pero en realidad ella enseña a alguien a suicidarse. Y eso es totalmente problemático en términos del mensaje, porque hay evidencias considerables de que la forma en que el suicidio se representa en los medios puede potencialmente aumentar el riesgo de suicidio entre los jóvenes usuarios”, advirtió Schwartz.

Y añadió que “mientras más detalle se ofrece (sobre los medios, el ambiente, las circunstancias) mayor es el riesgo de contagio del suicidio e ’imitadores’”.

La escena del suicidio adolescente dura unos tres minutos en pantalla, durante los cuales se muestra a Hannah preparando su suicidio, antes de acabar con su vida de verdad. El metraje muestra exactamente lo que hace y cómo lo hace.

“El otro problema narrativo es que, en el mismo episodio, Hannah acude al consejero estudiantil buscando ayuda, y él claramente maneja mal la situación”, anotó Schwartz. “Y no de forma sutil: lo hace completamente mal. Y hay que preguntarse cuál podría ser el impacto en la propensión de un adolescente a buscar ayuda cuando la necesite”.

En esa escena, Hannah cuenta que la agredieron sexualmente. El consejero dice con claridad que cree que “pasó algo”. Pero cuando Hannah se muestra renuente a identificar a su agresor, el consejero le aconseja que si no está dispuesta a ofrecer detalles y hacer una denuncia, su “única otra opción es seguir adelante”.

La reunión con el consejero se representa más o menos como un punto de inflexión: un momento en que un grito de socorro no es escuchado, y Hannah decide acabar con su propia vida.

La orientación de los padres

Esa escena también preocupa a Phyllis Alongi, directora clínica de la Sociedad para la Prevención del Suicidio Adolescente (Society for the Prevention of Teen Suicide).

“Lo que los niños deben saber es que lo que le sucede a Hannah no es la normal”, enfatizó. “La ayuda inadecuada e inefectiva que recibe del consejero escolar no es la norma. Y sugerir que lo es, es irresponsable, porque a algunos niños les cuesta pedir ayuda. La prevención del suicidio funciona”.

Según Alongi, el programa tampoco aborda ninguno de los problemas de salud mental que con frecuencia fomentan el suicidio.

“En ningún momento de la serie nadie aborda la depresión, ni habla sobre ningún tipo de diagnóstico de salud mental. Por no hablar del tratamiento”, anotó Alongi. “Y no hacerlo en realidad contribuye a la estigmatización continua de la salud mental”.

En reacción a las crecientes críticas de los expertos en salud mental, Netflix dijo el lunes que añadiría una advertencia para los televidentes al inicio de '13 Reasons Why', como una nota adicional de precaución para los televidentes.

“Aunque muchos de nuestros miembros encuentran que el programa es un punto de inicio para conversaciones importantes en las familias, también hemos escuchado las preocupaciones de los que creen que la serie debe llevar avisos adicionales”, dijo Netflix en una declaración.

Conversación y cambio.

¿La serie y su popularidad tienen algún lado bueno? Quizá, dijeron los expertos.

“Diría que podemos usar la serie para aumentar la concienciación y la educación, y eso es algo”, apuntó Alongi. “El programa no es lo que desearíamos, pero es provocador y fomenta una conversación abierta. El diálogo se ha abierto”.

Ese diálogo podría ser un punto inicial para el cambio, añadió.

“Debemos aprovechar esta oportunidad para ayudar a los padres y a los educadores a sintonizar con el acoso y la persecución, y todas las dificultades a las que los niños tienen que enfrentarse”, enfatizó Alongi. “Hay que dar a los padres acceso a los recursos que necesitan, de forma que tengan las herramientas para estar atentos a las señales de advertencia, y para hablar sobre el suicidio con sus hijos, y enseñarles las habilidades para buscar ayuda”.

Schwartz se mostró de acuerdo. La serie “tiene la capacidad de iniciar conversaciones y lograr que los niños hablen con los padres, e incluso que hablen entre sí, sobre cómo manejar situaciones similares”, dijo.

Pero enfatizó una importante salvedad. “Si los niños la van a ver, los padres deben verla con ellos”, sugirió. “Y los niños que la vean y se sientan conmocionados, angustiados o no puedan dormir, deben dejar de verla”.

Por último, “los niños con antecedentes de ansiedad o depresión o pensamientos suicidas probablemente no deban verla en lo absoluto”, considera Schwartz.

La Asociación Nacional de Psicólogos Escolares (National Association of School Psychologists) publicó una declaración en que se hace eco de esos consejos, y advierte a los adolescentes que hayan pensado en el suicidio que eviten la serie del todo.

Los expertos animan firmemente a todo el que esté pensando en el suicidio a comunicarse con la línea telefónica nacional de Estados Unidos de prevención del suicidio (National Suicide Prevention Lifeline).

© Derechos de autor 2017, HealthDay