Para adictos a los teléfonos inteligentes

La moderación en el mundo digital debe ser la característica de una relación sana con la tecnología.

  • 29 ene 2017

Redacción.

En su revelador libro “El poder de apagar”, la psicoterapeuta Nancy Collier observa que “estamos pasando demasiado tiempo haciendo cosas que en realidad no nos importan”. Tanto dentro como fuera de su consultorio, ella encuentra que mucha gente “se ha desconectado de lo que más importa, de lo que nos hace sentir alimentados como seres humanos”. El acceso casi universal a la tecnología digital, empezando a una edad cada vez más joven, está transformando a la sociedad de una manera que puede tener efectos negativos en la salud física y mental, en el desarrollo neurológico y en las relaciones personales, por no hablar de la seguridad en caminos y aceras.

Al igual que en muchos otros aspectos de la vida, la moderación en el mundo digital debe ser la característica de una relación sana con la tecnología. Demasiada gente se ha vuelto esclava de los mismos dispositivos que se suponía que le darían más tiempo libre para experimentar la vida y estar con sus seres queridos. Vivimos bombardeados por campanazos, alarmas y repiques que avisan que hay mensajes, obligándonos a verlos y responderlos de inmediato. Collier presenta en su libro un programa de desintoxicación de 30 días contra la dependencia digital.

1. Empiece distinguiendo entre el tiempo que realmente necesita estar en línea, por trabajo o para hacerle saber a sus familiares que se encuentra bien, y lo que es el hábito de responder y distraerse.

2. Haga cambios pequeños. Absténgase de usar su dispositivo al estar comiendo o cuando esté con su familia y amigos, y haga algo para lo que no necesite el teléfono.

3. Cobre consciencia de lo que realmente es importante para usted, lo que lo nutre, y dedique más tiempo a eso.