Pediatras ayudan cuando los padres se divorcian

Según un informe recién publicado, un médico le ayudará a enfrentar esa situación difícil.

  • 06 dic 2016

Redacción.

Un pediatra puede tener un rol importante al ayudar a los niños a adaptarse cuando sus padres se separan, según un nuevo informe de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP). “El pediatra puede ayudar a los padres a comprender las reacciones de sus hijos ante un divorcio o una separación”, dijo la autora colíder del informe, la Dra. Carol Weitzman, presidenta de la Sección de Pediatría del Desarrollo y Conductual de la AAP.

“Esas reacciones variarán, dependiendo de la edad y la etapa del desarrollo. Se debe animar a los padres a responder las preguntas de sus hijos con honestidad, y a permitirles expresar sus propios sentimientos”, planteó en un comunicado de prensa de la AAP. Cada año, los padres de más de un millón de niños de Estados Unidos se separan, y los jóvenes pueden sufrir trauma emocional y necesitar respaldo.

Datos

Es probable que las emociones, conductas y necesidades de los niños cambien a medida que crezcan, anotó el informe.

Algunos de los problemas potenciales de adaptación a los que se enfrentan son los acuerdos de custodia, adaptarse a las familias reconstituidas, y las actividades románticas y sexuales de los padres.

Útil.

El informe, publicado en línea el 28 de noviembre y en la edición de diciembre de la revista Pediatrics, es una guía para los médicos.

El informe apuntó que los niños de padres no casados que se separan se enfrentan a los mismos problemas y necesitan el mismo respaldo que los de padres que se divorcian. Un pediatra puede ofrecer ayuda al mantener relaciones neutrales con ambos padres y aconsejarles cuando se necesite una intervención. La conducta de muchos niños cambia en el primer año de la separación de los padres, pero la mayoría de los problemas se resuelven en un plazo de dos a tres años.

La sensación de pérdida de un niño puede durar años y quizá sea aguda durante la temporada de fiestas, los cumpleaños u otros eventos especiales, según el informe.

Los factores que afectan a la forma en que los niños responden incluyen su temperamento, la capacidad de los padres de enfocarse en las necesidades y sentimientos de los niños, y las relaciones entre padres e hijos antes y después de la separación.