Cisjordania.
Para muchas personas Navidad significa regalos, comidas con familiares o cenas de trabajo imposibles, pero su celebración en la ciudad de Belén, cuna del cristianismo, supone regresar a los mismos orígenes de la festividad y poder tocar los lugares donde, según la tradición cristiana, todo comenzó.
Aunque la Navidad se celebra en tres ocasiones en esta ciudad, de acuerdo a los distintos ritos ortodoxos, latino y armenio, cada uno de los cuales sigue su propio calendario, los días grandes a los que se suma toda la comunidad cristiana y autoridades de la región son el 24 y 25 de diciembre.
Los actos relacionados con la Navidad en la ciudad se inician en noviembre, el último sábado de este mes tiene lugar la festividad de Santa Catalina.
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Festividad
El primer sábado de diciembre los festejos navideños arrancan con el tradicional encendido de la iluminación de un árbol de grandes dimensiones, profusamente decorado con bolas y guirnaldas de colores, junto a la basílica de la Natividad, ceremonia oficial que marca el inicio de la festividad en Belén y a la que acuden unas 10,000 personas.
El 24 de diciembre Belén se convierte en el centro del mundo. Aglomerados en torno a la Plaza del Pesebre, aledaña a la Basílica de la Natividad, así como en las callejuelas vecinas, turistas de varias partes del mundo y lugareños reciben a la autoridad católica entre vítores y cánticos navideños.
La plaza de la iglesia de la Natividad de Belén se llena de turistas durante la temporada navideña.
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