Miami, Estados Unidos
La serie American Horror Story (AHS) está llena de seres oscuros, elementos sobrenaturales, muerte y sufrimiento. Pero a Kathy Bates le ayudó a superar la profunda crisis emocional en la que cayó en 2012.
“Pasé un muy mal momento ese verano. Mi serie (Harry’s Law), que yo pensaba que iba a durar para siempre, fue cancelada. También me dio cáncer de seno y me sometí a una doble mastectomía. Realmente sentía que estaba en el fondo del abismo”, recuerda Bates, de 67 años, en entrevista.
Fue entonces que contactó a su amiga Jessica Lange para que le consiguiera una cita con Ryan Murphy, creador del show, con la esperanza de conseguir trabajo y acabar con su mala racha.
Cambios
“Jessica logró que me entrevistara con Ryan, me senté con él por varias horas y de pronto todas las nubes grises desaparecieron de mi cabeza. “La emoción que un actor siente por primera vez al decir: ‘Quiero subirme al escenario, quiero interpretar este papel, ¿podemos hacerlo?’, regresó a mi vida y explotó de nuevo dentro de mí. Fue como un renacer”.
“Cada temporada es una sorpresa y nunca sabes a quién vas a interpretar. Lo que hago es confiar al cien por ciento en Ryan y en que nos va a guiar en la dirección correcta”, asegura la actriz.
“Mi forma de consentirme cada año es pisando los sets de la serie por primera vez y darme cuenta que entré a un mundo totalmente nuevo. Es un honor y un placer ser parte de este grupo y sentir que pertenezco a un lugar”.
“Creo que a la gente le gusta que la asusten con cosas terroríficas”, aseguró.