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Julian Figueroa, hijo de Joan Sebastian y Maribel Guardia en desintoxicación

  • 27 mayo 2015 /

El joven dice que se ingresó en un centro por problemas de alcoholismo.

Ciudad de México, México.

A sus 19 años, Julián Figueroa ingresó por voluntad propia a un centro de ayuda donde recibe terapia para enfrentar problemas derivados de su forma de beber.

En entrevista vía e-mail, el hijo de Maribel Guardia y Joan Sebastian negó estar internado en una clínica de rehabilitación, pero aceptó que requería ayuda antes de caer en el alcoholismo.

¿Cómo te encuentras y en dónde estás?

Muy bien, a Dios gracias. Entré a un centro por mi propia voluntad, en el que salgo cuando quiero, que me está sirviendo para salir adelante de algunos problemas que he venido acumulando y que equivocadamente empecé a querer evadirlos saliendo y tomando.

Una publicación dio a conocer que tu mamá decidió internarte hace días en una clínica de rehabilitación...

No estoy en una clínica, eso es falso, también es falso que haya sido una decisión de mi mamá. La realidad es que fue una decisión que tomamos en familia. Yo estaba tomando un camino que podía ser peligroso y que eventualmente podía llevarme a una dependencia del alcohol.

Nos sentamos mi mamá, Marco (esposo de Maribel) y yo y platicamos la posibilidad de que ingresara a un centro donde básicamente recibo terapia, pero la decisión final fue mía; ellos me lo propusieron y yo decidí entrar.
Después de ingresar fui personalmente a ver a mi papá (Joan Sebastian) y le conté que me estaban ayudando y él estuvo de acuerdo y me apoyó en mi decisión. De hecho, en este tiempo he ido a ver a mi papá en varias ocasiones, ya que no estoy encerrado, y he salido varias veces desde que entré.

Aunque yo prefiero estar aislado, porque es más fácil tomar conciencia separado de los amigos, de las redes, de las invitaciones a fiestas y esas cosas.

Entonces, ¿enfrentas algún problema con el alcohol?

Acepto que empecé a tomar con mayor frecuencia de la que podría ser social o saludable, y por esa razón decidí entrar acá, para corregir esa situación, pero jamás han tenido que ir a recogerme a un lugar en estado inconveniente; siempre he llegado a mi casa en pleno uso de mis facultades.

La realidad es que estoy acá para aprender a lidiar con problemas que estoy viviendo y que equivocadamente pensé que podía evadirlos tomando, y prefiero entrar ahora, que es un problema manejable, a esperar tocar fondo, como muchos amigos que quiero y que he sido testigo de cómo pueden ir escalando hasta llegar a la adicción.

Las revistas de chismes son eso: revistas de chismes. Ponen lo que quieren y de una foto en la que estás tomando como cualquier otra persona, en un bar, sacan conclusiones y acusan con mucha facilidad, pero bueno, yo debo entender que soy artista y que me expongo a esto.