Pese a las numerosas muestras de apoyo que ha recibido Harry Styles por ser la portada de diciembre de Vogue, convirtiéndose en el primer hombre que logra tal hito en la historia de la revista, no ha faltado quien critique la iniciativa.
La comunidad trans se ha lanzado contra la publicación y cuestiona que el cantante sea visto como un símbolo de fluidez de género.
Alok Vaid-Menon, artista de performance disconforme con el género, explicó sus sentimientos encontrados en Instagram.
'¿Estoy feliz de ver a Harry ser aplaudido por desobedecer abiertamente las normas de moda de género? Sí. ¿Las mujeres trans de color reciben elogios por hacer lo mismo todos los días? No.
En el mismo post, el también escritor menciona que las mujeres trans de color fueron pioneras en romper las normas de género y aún continúan enfrentándose a las reacciones negativas.
'Nuestra estética llega al mainstream, pero no a nuestros cuerpos. Todavía nos rechazan por ser 'demasiado excesivas' o 'demasiado queer' porque no somos lo suficientemente aceptables para los blancos y la heteronormatividad. ¿Es culpa de Harry? No. Es culpa de los sistemas de transmisoginia y racismo', sentenció.
Al margen de la opinión de Vaid-Menon, también fueron muchos los usuarios de Twitter que destacaron el papel de las mujeres trans.
'Es gracioso ver cómo todos se vuelven locos con Harry Styles usando un vestido. ¿Dónde está esa energía cuando se trata de apoyar y proteger a las personas trans? Lo olvidé, hombres blancos, eso obviamente importa más', lamentó un tuitero.
'Sí, Harry Styles se ve muy lindo con vestido, pero no olvidemos que las personas trans y no binarias negras han estado haciendo eso mismo durante décadas', recordó otro miembro de la red social.
'Demasiado femenino'
Por otro lado, hay quienes criticaron al artista británico por mostrase demasiado 'femenino'.
La conocida bloguera y comentarista estadounidense Candace Owens, critica que no sea suficientemente 'varonil'.
'En oriente, eso se sabe. En occidente, la continua feminización de nuestros hombres a la misma vez que se educa a nuestros niños en el marxismo no es una coincidencia', reflexionó la escritora.
'Es un ataque directo. Que vuelvan nuestros hombres varoniles', agregó.