Estados Unidos.
La cantante Madonna ha recurrido a su cuenta de Instagram para presumir orgullosa de los ocho años que lleva desafiando a las autoridades rusas y negándose a pagar la multa de un millón de dólares que se le habría impuesto por las declaraciones en defensa de la comunidad LGBTQ+ que realizó en uno de sus conciertos de 2012.
'Di este discurso en un concierto en San Petersburgo hace ocho años. El gobierno me sancionó con un millón de dólares por apoyar a la comunidad gay. Nunca pagué', ha afirmado.
En la grabación que ha compartido en su perfil de aquel momento, se puede ver a la reina del pop sobre el escenario del llamado 'MDNA Tour', sonriendo y rodeada de sus bailarines, mientras se dirigía a sus fans, muchos de los cuales portaban banderas con los colores del arcoíris que ondeaban entre el público.
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'Estoy aquí para decir que la comunidad gay, y las personas gays, tienen los mismos derechos... el mismo derecho a ser tratadas con dignidad, respeto, tolerancia, compasión y amor, aquí y en cualquier otro lugar del mundo', aseguró la artista.
En esa intervención, Madonna desafió la ley contra la propaganda homosexual aprobada en el país en 2013, que prohíbe y persigue la difusión de cualquier contenido que 'normalice' las 'relaciones sexuales no tradicionales'.
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Las posibles repercusiones no consiguieron frenarle los pies a la intérprete a la hora de animar a todos los presentes a usar su poder 'sin recurrir a la violencia' para luchar contra la intolerancia que ella sentía que estaba creciendo en la sociedad por el miedo ante lo diferente.
