24/04/2024
06:33 PM

Una mirada a la Primera Guerra Mundial con George MacKay

El joven británico protagoniza 1917, la historia de Sam Mendes que aspira a 10 premios Óscar. El filme ya está en los cines de Honduras

Londres, Inglaterra.

George MacKay tenía 10 años cuando interpretó a Curly, uno de los niños perdidos en Peter Pan (2003) del director P.J. Hogan.

El actor británico no ha dejado de trabajar desde entonces y ha acumulado más de 30 créditos en cine y televisión, entre los que destacan Defiance (2008), Sunshine on Leith (2013) y Captain Fantastic (2016).

Ahora, a sus 27 años, ha obtenido el papel más importante de su carrera en el drama ambientado en la Primera Guerra Mundial y dirigido por Sam Mendes, 1917.

Dijo que cuando empezaba en el cine no le tomaba tanta importancia como ahora. “Solo regresaba a casa después de cada proyecto y jugaba fútbol, volvía a la escuela. Eso era más importante para mí. En realidad, no pensaba que esto fuera una carrera para mí, hasta que salí de la escuela y, a los 19 años, obtuve mi primer papel protagónico en Private Peaceful (2012) que, de hecho, también trataba de la Primera Guerra Mundial.

British actors Dean-Charles Chapman (L) and George MacKay (R) pose on the red carpet upon arrival at the BAFTA British Academy Film Awards at the Royal Albert Hall in London on February 2, 2020. (Photo by Tolga AKMEN / AFP)

Dean-Charles Chapman y George MacKay protagonizan '1917'.

“En ese momento fue cuando empecé a disfrutar de esa sensación de propiedad, y de responsabilidad, en relación con mi trabajo, así como con la actuación en general. Esa sensación me hizo querer trabajar más, y después de esa experiencia, también quise entender más sobre la actuación”, afirmó.

MacKay aprovechó ese aprendizaje en 1917, una cinta que sigue a dos jóvenes soldados británicos, Lance Corporal Schofield ( MacKay) y Lance Corporal Blake ( Dean-Charles Chapman), mientras atraviesan territorio enemigo a contrarreloj en un esfuerzo desesperado para evitar que 1600 de sus compañeros de batalla, caigan en una trampa mortal.

Mendes, el director y coescritor de la cinta, colaboró con el director de fotografía, Roger Deakins, para sumergir a la audiencia en la travesía de los personajes con una realización que hace que parezca que todo se filmó en una sola toma continua, mientras Schofield y Blake esquivan balas, explosiones, cadáveres, minas terrestres y aviones que caen del cielo.

Foto: La Prensa

George MacKay en una escena de '1917'.
Conexión con su personaje

Recordó cuando su agente le informó sobre la oportunidad de hacer una audición para un nuevo proyecto dirigido por Sam Mendes. Sin embargo, MacKay solo recibió fragmentos de diálogo de un par de escenas, en lugar del guion completo. A pesar de ello, le sorprendió descubrir que esas páginas le dieron las herramientas suficientes para grabar su audición inicial en video. “Sentí una conexión muy profunda, y pensé: ‘Sé quién es este hombre’”, dijo.

“O al menos sabía cuál era mi interpretación de él, incluso sin tener otro contexto, sabía cómo iba a abordar las escenas. Eso no siempre me pasa; tuve un instinto visceral sobre cómo debía interpretar a este personaje. El deleite de la actuación es entregarte a alguien más, y de inmediato sentí una conexión con Schofield como persona. A partir de ahí, yo solo quería saber más al respecto y trabajar con Sam para definir las particularidades de Schofield”, comentó. “Pero, en general, entendí quién era este hombre tan solo con unos fragmentos de diálogo”.

1917 no trata de él ni de Blake, sino de su situación crítica. Todo sucede en tiempo real, y Schofield y Blake revelan su personalidad a través de las interacciones entre ellos, con sus oficiales superiores y con los otros soldados que encuentran en su camino, pero también mediante sus reacciones a lo que ocurre durante su calvario.

MacKay quedó maravillado con el director por su “increíble dominio de la matemática y la arquitectura que dictan cuándo y cómo revelar información en términos de narrativa y desarrollo de personaje”. En cuanto a Deakins, MacKay dijo: “Simplemente es un genio, un maestro” de su arte. “Esta película fue la experiencia más colaborativa que he vivido”, concluyó el intérprete británico.