Estados Unidos.
Los rumores acerca de la ruptura de Ariana Grande y Pete Davidson que los medios estadounidenses dan ya por ciertos siguen cobrando fuerza sin que ninguno de ellos se decida a intervenir para confirmarlos o desmentirlos.
Hasta ahora, la única reacción se ha producido en la esfera virtual, que él ha abandonado sin contemplaciones.
El pasado verano el humorista de 'Saturday Night Live' renunció temporalmente a las redes sociales harto del acoso que estaba sufriendo desde que se conociera su relación sentimental con la famosa cantante, pero en aquel momento se limitó a eliminar todas sus publicaciones tras asegurar a sus seguidores a través de un comunicado en la sección Stories de su cuenta que no había ningún motivo oculto tras su decisión más allá de que necesitara tomarse un descanso.
La principal diferencia que vendría a corroborar que algo no va bien entre la estrella del pop y él es que en esta ocasión no ha ofrecido ninguna explicación al respecto y su perfil ha desaparecido por completo de la plataforma.
Ariana, por su parte, aún mantiene en el suyo las instantáneas de Pete que había venido compartiendo desde el pasado verano, generalmente acompañadas de efusivas declaraciones de amor.
En los últimos días, sin embargo, también había publicado en Twitter varios mensajes con un tono marcadamente pesimista, preguntándose por ejemplo por qué no podía disfrutar de un solo día sin recibir un nuevo disgusto, que consiguieron alarmar a sus fans y que podrían haber sido el primer indicio de que la pareja no atravesaba precisamente un buen momento.
Lo cierto es que a lo largo de los cinco meses que han compartido juntos los jóvenes han tenido que hacer frente a un sinfín de obstáculos: en un primero momento fueron las injustas críticas a Ariana por haber pasado página tan rápido tras su ruptura con el rapero Mac Miller, con quien había compartido dos años de su vida y que falleció a principios de septiembre a causa de una presunta sobredosis.
Su muerte colocó a ambos en una delicada posición y les llevó a moderar considerablemente su interacción en las redes sociales o sus apariciones públicas por respeto al malogrado rapero.
Según varias fuentes cercanas a ambas, esa presión habría acabado finalmente por pasarles factura provocando que cancelaran su boda.
