Rebecca Ferguson en el 'espacio” reflexiona sobre la vida

California, Estados Unidos

Cuando nos metemos en problemas, ¿a quién vamos a llamar? En quien pensamos es en Rebecca Ferguson.

Su personaje salvó a Ethan Hunt, el personaje de Tom Cruise en Mission: Impossible-Rogue Nation (2015). Y ahora, en Life, como una microbióloga que trabaja con una cuadrilla de la estación espacial Internacional que descubre a un organismo unicelular en el espacio, su responsabilidad es aun mayor.

Proyectos Rebecca Ferguson ha tenido papeles de reparto en dos películas de Hollywood: en “Florence Foster Jenkins” (2016) y en “The girl on the train” (2016).

“Su tarea es proteger a la Tierra”, precisa Ferguson. “Ella tiene que protegerla de lo que se encontró en el espacio y de lo que encontramos adentro de nosotros mismos”. Este drama de ciencia ficción, protagonizado también por Jake Gyllenhaal y Ryan Reynolds, se estrenó en todo Estados Unidos el 23 de marzo.

En la pantalla, Ferguson proyecta un aura de super capacidad. Pero en la vida real, ¿actúa como diosa en caso de crisis? “No quiero echarme la sal diciendo que sí,” dice la actriz de 34 años de edad. “Sin embargo, me han sorprendido mis propias reacciones en algunas crisis”.

Por ejemplo, Ferguson recuerda la vez en que se desmayó la mujer que iba sentada a su lado en el avión.

Con Justin Theroux en la película “La chica del tren”.

“Supongo que me había quedado alguna información de E.R., pues solo dije: ‘Recuéstenla con los pies en alto. No le den agua sino jugo de naranja. Y no la asusten’”. “Luego hice muchas preguntas y su esposo me preguntó que si yo era enfermera,” continúa Ferguson. “Le respondí que la verdad, no, que era actriz.”

Se ríe. “Ya después me asusté mucho,” concluye, “pero la mujer estaba bien. No es que yo haya corrido a ayudarla, sino que estaba en mi zona. “Como madre, a cada rato veo que mi hijo se cae,” agrega Ferguson. “Y si hago gesto de miedo o tristeza, él va a reaccionar a eso. Así que las contraacciones también tienen su mérito”.

Filme En “The greatest showman”, por estrenarse, Ferguson interpreta a la cantante de ópera sueca Jenny Lind, a quien el empresario P.T. Barnum convierte en

La actriz estaba hablando desde Noruega, a donde fue a esquiar con su hijo de diez años, Isac. Tenía programado rodar The lady and the panda, pero esa película se pospuso, lo que le dio tiempo para unas rápidas vacaciones. Lo que convenció a Ferguson de hacer Life fue la combinación de un libreto interesante y la participación del director sueco Daniel Espinosa y los actores Gyllenhaal y Reynolds. “Jake y Ryan ya se conocían y no pudo haber habido mejor combinación,” asegura.

“Jake le da giros inesperados e interesantes a su personaje, decisiones que a veces a mí me sacaban de onda. Y me ayudó a hacer parte de mi mejor trabajo. “Ryan sincroniza una situación fuertemente estresante con el humor”, continúa. “A él le sale sin esfuerzo, de una forma muy natural. También hay vulnerabilidad en su humor y eso es mágico”.

Simular la falta de gravedad en la estación espacial fue uno de los principales problemas del rodaje.

“Tuvimos que estudiar cómo se movían los astronautas”, señala Ferguson. “No se mueven lentamente porque no hay gravedad. Todo funciona a una velocidad completamente diferente.

Rebecca Ferguson con David Mills en la cinta “Florence Foster Jenkins”.

“En una entrevista, un astronauta nos dijo que la parte de arriba de los pies la sentía como la de abajo, debido a que se anclan a cosas,” continúa. “A veces no pueden caminar cuando regresan a la Tierra. Tienen que pasar un tiempo en silla de ruedas.” Además de las exigencias físicas del papel, Ferguson también respondió a las cuestiones intelectuales planteadas por Life.

“En este grupo de gente, en ese pequeño espacio confinado, la voz de la razón de mi personaje genera fricciones”, explica. “¿Qué puedo hacer cuando tengo que olvidarme de los manuales, cuando tengo que tomar decisiones rápidas? ¿Qué le sucede al equipo? ¿Qué consecuencias tienen los mecanismos de defensa inmediatos y animales en los demás?” En la vida real, Ferguson se considera pragmática. “No me da miedo lo desconocido”.

“Lo recibo con los brazos abiertos. No creo que haya un camino específico que yo deba seguir. Tomo lo que me va dando la vida”. Su flexibilidad quizá le venga por haber crecido en un ambiente bicultural. Su madre es inglesa y a los 25 años se fue a vivir a Suecia, donde se casó con un sueco. Ferguson nació y creció en Estocolmo pero habla inglés con fluidez y con un refinado acento británico. Nunca pensó en ser actriz. De hecho, pensaba en todo menos en eso.

“Mi madre es una actriz excéntrica y fenomenal”, afirma Ferguson. “Ella es la imagen viva de Edina en Absolutely fabulous (1992-2012) y yo sería Safi (la sensible hija de Edina). Estuve cerca de muchos actores y de la vanguardia de la élite cultural de Suecia, pero eso nunca me atrajo para actuar.

“Hablar ante mi grupo en la escuela hacía que me sonrojara y me salieran manchas rojas en la cara”, agrega. “No me gustaba”. Ferguson entró en una escuela de música pensando que sus intereses apuntaban en esa dirección. “Me metí en la actuación debido a pruebas de elenco aleatorias,” recuerda Ferguson.

“Me negué algunas pero… la primera vez que me paré ante una cámara me sentí como pez en el agua. Me encantó.” Estuvo en muchos otros programas de la televisión sueca, así como en un episodio de la serie británica Wallander (2008), que está ambientada en Suecia.

La vida le cambió unos años después cuando el director Richard Hobert la vio en el mercado del pueblo pesquero en el que vivía y en el que sigue viviendo pese a su éxito en Hollywood.

Interpreta a Elizabeth Woodville en la miniserie de la BBC “The White Queen” (2013).

Hobert le asignó un papel importante en su película dramática A one-way trip to Antibes (2011).Esa película le permitió a Ferguson conseguir un agente británico y lanzar su carrera internacional.

Al interpretar a Elizabeth Woodville en la miniserie de la BBC The white queen (2013), ella le llamó la atención a Tom Cruise, quien la seleccionó para encarnar a Ilsa Faust, agente del MI-6 en Mission: Impossible, Rogue Nation”.

Su actuación hizo que algunos críticos la compararan con la también sueca Ingrid Bergman. Ese parecido, hay que aclarar, no fue accidental, revela Ferguson, sino idea de Christopher McQuarrie, el director de la película.

“El me pidió que mirara algunas películas de Bergman”, explica. “Yo la estudié y traté de llevar su ánimo a Mission. No era tanto por su belleza sino por su elegancia y aire de misterio. Chris tiene una conexión con esas películas viejas, mezcladas con Hitchcock y acción de alto octanaje con Tom. “También hablamos de que para Ilsa era muy importante ser mujer, hacer que se viera como mujer y permitir que se cansara.