El presentador de la octogésimo novena edición de los premios Óscar, el comediante Jimmy Kimmel, arrancó la ceremonia imponiendo su humor ácido con referencias políticas contra el presidente estadounidense Donald Trump y su 'enemigo declarado', el actor Matt Damon.
El anfitrión se burló de Damon por su apuesta por La gran muralla en contra de Manchester frente al mar, nominada a mejor película y donde el actor cedió a Cassey Affleck el papel principal para enfocarse en 'la fracasada' película que perdió 80 millones de dólares, según Kimmel.
En cambio, Affleck está nominado a mejor actor por su interpretación de Lee Chandler en Manchester by the Sea.
La guerra fingida entre Damon y Kimmel se remonta a los Emmy 2016, cuando el protagonista de The Martian salió al escenario comiendo una manzana y le preguntó con ironía a Jimmy Kimmel si ganó o no el premio a Mejor talk show de variedades (ese año el premio fue para John Oliver de HBO).