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Flor Alvergue: Bailar, su gran pasión

  • 18 febrero 2017 /

Entrega, disciplina, esfuerzo, dedicación y amor, son los valores que la maestra transmite a sus alumnos.

San Pedro Sula, Honduras

Salvadoreña de nacimiento y hondureña por elección, Flor Alvergue, es una ejemplar bailarina y maestra que ha formado en el arte de la danza a muchos niños y jóvenes hondureños.

Nació en la ciudad de San Salvador en el hogar formado por Rafael Alvergue y Nadina López Loucel.

Vino a Honduras en 1989 contratada por la Academia de Bellas Artes de San Pedro Sula por un período de nueve meses, pero el destino la hizo quedarse.

Su pasión por la danza

“Quizá tendría siete años cuando mi madre me llevó al teatro a ver un concierto con la Orquesta Sinfónica de mi país. Me quedé admirada y fue como haber incursionado en un mundo totalmente nuevo para mí, lleno de una música maravillosa y hasta ese momento desconocida”.

Continúa: “Eso me motivó y cada vez que escuchaba melodías suaves y cadenciosas, yo comenzaba a brincar y a moverme; entonces mi madre, muy sabiamente, hizo lo imposible para que yo ingresara a la Escuela Nacional de Danza. Aunque no reunía los requisitos, bailé allí de los 10 a los 14 años. Llegué a aborrecer el ballet y comencé de nuevo a los 20 años. Desde entonces, ha sido, es y será mi más cariñosa amiga y amante fiel”.

Foto: La Prensa

$Con su “compañero de vida”, el escritor nacional Julio Escoto.
“Su media manzana”

La maestra Flor Alvergue está casada con el reconocido escritor hondureño Julio Escoto. “Dicen que una encuentra tarde o temprano a su media manzana, Julio es mi complemento, es mi otro yo, el amigo, el confesor y compañero de vida que busqué y afortunadamente nos encontramos en el momento en que debía ser, como suceden las cosas importantes de la vida”.

Ambos tienen muchos compromisos con sus carreras, pero como afirma Alvergue, “Eso nunca ha constituido un problema entre nosotros; por el contrario, siempre asistimos a los eventos juntos y lo mismo cuando se trata de apoyarnos en nuestras actividades culturales personales. Julio bromea diciendo que eventualmente él se dedicará a hacer coreografías y yo a escribir.

Bailarina profesional

Como bailarina, Flor Alvergue perteneció a varias compañías de danza en su país natal: primera bailarina y maestra en Ballet Estudio de su maestra de toda la vida, Alcira Alonso; primera bailarina, maestra del Ballet Folclórico de Turismo y bailarina del grupo independiente Barranco.

En Guatemala perteneció a la compañía Teatro Musical del ya fallecido Carlos Marroquín, además de haber sido invitada por grupos independientes de danza contemporánea de El Salvador. Cuando llegó a San Pedro Sula en 1989 fundó la compañía Son Cinco, misma que hoy lidera su hija Andrea. “Participamos en varios eventos y en una competencia centroamericana en la ciudad de Guatemala (1989), donde obtuvimos el segundo lugar en coreografía”. Para ello la maestra contó con la colaboración de Guillermo Anderson quien musicalizó su ballet Yita, que narraba la historia del pueblo garífuna venido de la isla de San Vicente a las costas ceibeñas.

Tres años después harían también con Guillermo el ballet Ese mortal llamado Morazán (1992), basado en la novela de Julio Escoto El general Morazán marcha a batallar desde la muerte.

Unos 3 mil estudiantes ha formado la profesional de la danza. Toda una vida dedicada al arte
Crea su escuela de danza

El marzo de 1997 inició con su escuela CC Danza, motivada por “La imperiosa necesidad de crear un espacio en el cual pudiera hacer las cosas según mi criterio basado en mi experiencia como maestra y coreógrafa”.

Afirma que inmediatamente percibió la buena disposición, creatividad y entusiasmo de los niños y jóvenes hondureños, mucho más receptivos que sus compatriotas. “Vengo de una escuela inglesa, la Royal Academy of Dance de Londres, acostumbrada a la disciplina, con programas establecidos y una correcta enseñanza del ballet clásico”. Su conocimiento y experiencia le han permitido formar buenos profesionales de la danza.

Entre las disciplinas que tiene en su academia está la danza clásica con siete niveles para grados primarios, dos para intermedios y cinco para aquellos jóvenes que deseen hacer de la danza una profesión.

También ofrece clases de tap con cinco niveles; danza española, contemporánea y afrocaribeña.
“El tipo de tap que enseñamos es rítmico, quiere decir que el bailarín es un instrumento de percusión dentro de un grupo de jazz, por ejemplo.

Trabajamos la improvisación y los alumnos tienen cada 15 días, sesiones de lectura musical e improvisación con músicos. CC Danza también cuenta con un programa para otorgar becas y medias becas a alumnos con excelencia académica y de bajos recursos económicos.

Lo anterior es para favorecer a niños y jóvenes de comunidades y sectores en donde las actividades culturales artísticas no llegan. “Hacemos hincapié en los niños y jóvenes, lo privilegiados que son al tener acceso a la danza”. Para graduarse, un alumno requiere haber cursado en su totalidad los años reglamentarios con la RAD. Dos alumnas, Andrea Alvergue y Myriam Vijil han finalizado exitosamente los 11 años de estudio bajo el sistema inglés (Advanced Dos y esperamos que este año culminen sus estudios dos más). Si bien, como lo afirma la maestra, la cantidad de alumnos que han desfilado por los salones ha sido cuantiosa, unos 3,000.

Preoyección nacional e internacional

CC Danza ha realizado 24 grandes producciones, además de dirigir y coreografiar el ballet navideño El Cascanueces, con la orquesta sinfónica de la Escuela Victoriano López en los años 2007-2008 bajo la producción del Club Rotario. Dentro de las producciones están: Estampas de San Pedro Sula, basada en el libro del mismo nombre del escritor Julio Escoto; Cipotas y Mundo piñata, ambientadas en San Pedro Sula; el primero es la historia de un orfanato en la ciudad y el segundo una tienda de muñecos de porcelana.

También ha llevado a cabo representaciones sobre homenajes a personalidades: A hard day’s dance, con música de los Beatles; Danza con genios, con música de Mozart y Mercury y, más recientemente, Margarita está linda la mar, celebrando los 100 años de la muerte del poeta nicaragüense Rubén Darío.
Todas esas obras son originales de la academia.

CC Danza se ha proyectado internacionalmente con tap en Washington, Detroit, Los Ángeles, Toronto y Barcelona. Y con ballet en las ciudades de Guatemala, San Salvador, Managua, San José, México, Long Beach, New York y Londres.

El legado que desea dejar a las siguientes generaciones es forjar mejores seres humanos, sensibles con el medio ambiente, solidarios y exitosos sin importar a qué se dediquen, “siempre que lo hagan con amor, pasión y luchen por sus ideales”.

Reconocimiento en Amah

Según Jaqueline Abadie de Rivera, socia fundadora de la Asociación de mujeres artistas de Honduras, Amah, “Flor es una gran maestra de danza que ha venido a engrandecer la cultura en nuestro país con sus enseñanzas, logrando premios con sus alumnas a nivel nacional e internacional”.

Se le hará el homenaje por “Haber desarrollado su arte para bien de la comunidad y del país, llevando cultura de esta forma.

Perfil

Flor de María Alvergue

Ciudad: San Salvador, El Salvador
Profesión: Maestra de danza Escuela CC Danza

La filosofía de la también coreógrafa es “Tener una actitud positiva a la hora de enfrentar los retos que involucra el estudio de un arte y en este caso uno muy difícil, pero el más hermoso y completo”.
“Aprendiendo el movimiento y compartiendo el gozo por la danza”, es el lema de CC Danza desde su fundación en marzo de 1997.

Este año está calendarizando actividades para celebrar los 20 años de la escuela