Tegucigalpa.
“Muchos se pusieron en contacto con sus clientes para decirles que seguirían trabajando desde sus casas. Otros nos pidieron ayuda como asociación para que les enseñáramos a promover sus negocios en redes sociales, entonces se les dio capacitación”.
“Durante tres meses estuvimos cerrados, pero dábamos servicio a las personas que dejaban sus llaves dentro del vehículo, porque muchos por la misma situación del país olvidaban sus llaves adentro de los carros”, compartió.
Menotti Maradiaga, presidente de la
Federación de Cámaras de Comercio e Industrias de Honduras (Fedecámaras), declaró que en el afán de que las mipymes pudieran seguir vendiendo, organizaciones empresariales y Gobierno han llevado a cabo ferias virtuales.
La micro y pequeña empresa demostró una vez más su capacidad de reinvención con la pandemia y se fue adaptando a la nueva normalidad para no desaparecer.
Con el cierre absoluto para evitar la propagación rápida del virus, los negocios pasaron por una crisis que tuvo a muchos a punto de clausurar de manera definitiva, debido a eso los pequeños empresarios tuvieron que ingeniárselas para vender sus productos y servicios.
Esperanza Escobar, presidenta de la Asociación Nacional de Medianas y Pequeñas Industrias de Honduras (Anmpih), manifestó que para una pequeña empresa es más fácil cambiar de rubro, adaptarse o restituir un producto por otro, que para la mediana o gran empresa.
Somos un sector con mucha resiliencia, camaleónico, que no nos rendimos. Esperanza Escobar, presidenta de la Anmpih.
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La Anmpih, por medio de su plataforma electrónica Catrashop, apoya a los pequeños empresarios para que promuevan sus oficios.
“Las redes sociales se estaban utilizando solo para socializar, pero con la pandemia, muchos, empezaron a subir buenas fotos de lo que ofrecen y a tener ventas”, apuntó Escobar.
Con la crisis, los que alquilaban un local lo abandonaron y continuaron produciendo desde sus casas.
Otra manera de seguir vendiendo, fue implementar el servicio a domicilio, unos por medio de otras empresas de mandados, que también surgieron por la pandemia y otros con el servicio propio de entrega.
Necesitamos el apoyo que el Gobierno nos ha prometido para salir adelante. Victorino Carranza, presidente de la Gremipe.
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Fueron muchos los nuevos emprendimientos que se dieron en el país, sobre todo en los meses de abril, mayo y junio, la mayoría siguen luchando por crecer como empresa.
“Tenemos casos de ingenieros químicos que comenzaron a crear perfumes, cremas y todos esos productos. Otros buscaron oportunidades de negocios en internet, las encontraron y las están ofreciendo”, destacó Escobar.
Uno de los ejemplos de esfuerzo y perseverancia es el de Jesús Solano, dueño de la Cerrajería Solano, que tiene 36 años de ofrecer sus servicios en San Pedro Sula.
El negocio heredado por su padre tuvo una baja de clientes de más del 80% cuando inició la pandemia, por lo que Solano tuvo que recurrir a las redes sociales para promover sus servicios.
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Aunque la cerrajería ubicada en la 2 calle, entre la 1 y 2 avenidas en el barrio Barandillas de San Pedro Sula ya contaba con el servicio a domicilio fue hasta en estos tiempos que fue más aprovechado por sus clientes, que lo solicitan mucho.
Victorino Carranza, presidente del Gremio de la Micro y Pequeña Empresa (Gremipe), indicó que los mipymes han bajado los precios sacrificando parte de la ganancia, pero con la finalidad de no dejar de tener ventas. “Hemos puesto ofertas, promociones en cuanto a servicio y producto terminado. También unos con otros nos hemos ayudado prestándonos dinero y comprándonos”.
Carranza enfatizó en que el sector mipyme urge del financiamiento prometido por el Gobierno y la readecuación de deudas por parte de la banca.
Muchas empresas incluyeron el servicio a domicilio para tener ventas. Menotti Maradiaga,presidente de Fedecámaras.
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“Una vez que la pandemia causó crisis económica, las mipymes buscaron nuevas alternativas de producción como algunos que se pusieron a confeccionar mascarillas o a vender productos de higiene”.
Muchos negocios modificaron sus establecimientos para tener una ventanilla de autoservicio. Maradiaga vaticinó que el 2021 será un año de muchos retos para el sector, porque se enfrentan a una crisis fuerte luego de los efectos de las tormentas Eta y Iota.
Yeni Martínez es maestra de primaria, pero para aumentar sus ingresos decidió emprender un pequeño negocio que lleva por nombre Tagule Faluma, que significa Aceite de Coco, un producto que ha tenido mucha aceptación entre sus clientes.
Martínez ofrece el aceite en diferentes presentaciones y lo promociona por medio de redes sociales.
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