Luego de que Guatemala firmara un acuerdo migratorio con EEUU como tercer país seguro, el presidente Donald Trump prometió una “nueva era de inversión y crecimiento”, la cual será “la base para la cooperación y para expandir el acceso a la visa H-2A” para trabajadores agrícolas de ese país centroamericano.
El magnate también afirmó que los guatemaltecos tendrán “más facilidades que nunca” para ingresar a EEUU.
En la misma línea, el ministro de Gobernación guatemalteco, Enrique Degenhart, dijo en entrevista con Prensa Libre que la “ganancia de Guatemala” tras firmar el convenio migratorio serán “miles de visas de trabajo temporal inicialmente en el sector agrícola que luego se extenderán a la construcción y otros servicios.
Guatemala no retornará ni expulsará a ningún solicitante de asilo que EEUU haya enviado a su territorio, a menos que el interesado abandone la solicitud o sea denegada.
|
Aval. La Administración Trump aseguró que espera que el acuerdo comience a operar en agosto luego de que en ambas naciones logren sortearse obstáculos internos, que en el caso de Guatemala incluyen el aval del Congreso.
El pacto cuenta con todas las características de un “tercer país seguro”, aunque el país centroamericano negó que se tratara de un convenio de ese tipo.
Las claves
Cuando el acuerdo entre en vigor, los hondureños y salvadoreños deberán presentar una solicitud de asilo ante El Instituto Guatemalteco de Migración (IGM).
Si los migrantes no solicitan asilo en el tercer país seguro y llegan a la frontera de EEUU, serán devueltos a Guatemala, no a su país de origen. Los menores de edad y los migrantes que tengan antecedentes penales no podrán solicitar asilo en Guatemala.
Las autoridades de Guatemala enviarán a EEUU los casos de refugio, y las autoridades estadounidenses definirán quiénes son elegibles para obtener el estatus de refugiados. |
Para opositores, incluyendo organismos de la sociedad civil, un acuerdo de “tercer país seguro” con el país centroamericano sería ilegal porque esa nación no cumple con los parámetros de tener un sistema de asilo sólido y desarrollado, como establece la Ley de Inmigración y Naturalización de Estados Unidos de 1965.
“En lugar de pagar a un traficante para venir hasta nuestra frontera para pedir asilo, tan pronto cuando (los salvadoreños y hondureños) lleguen a Guatemala están en un país que tiene un procedimiento justo”, dijo el secretario de Seguridad de EEUU, Kevin McAleenan.
Según el Gobierno guatemalteco, el acuerdo solo tendría excepciones para menores no acompañados y los migrantes guatemaltecos, quienes aún podrán llegar a territorio estadounidense para solicitar asilo sin temor a ser retornados.
En el actual año fiscal, 2019, más de 152,000 hondureños y 44,000 salvadoreños han sido arrestados en la frontera sur de EEUU, quienes necesariamente pasaron por territorio guatemalteco y mexicano para llegar a ese país. A cinco meses de que deje el poder, el presidente Jimmy Morales aseguró ayer que con el pacto se evitan sanciones drásticas para Guatemala.
En tanto, la oposición demócrata calificó de ilegal el acuerdo asegurando que el propio Departamento de Estado estadounidense reprueba sus instituciones de aplicación de la Ley.