Sentado en una esquina de la cuarta calle, del barrio El Centro, de Tapachula, en el estado de Chiapas, el equipo de LA PRENSA, encontró a Santos Quiroz, de 60 años, originario de Puerto Cortés. Era motorista de la ruta Puerto Cortés hacia San Pedro Sula y relató que dejó a su familia y su trabajo cuando criminales lo amenazaron para que pagara la extorsión.
Desesperado salió de Puerto Cortés hacia Chivana, Omoa, departamento de Cortés, quería despedirse de su madre, una anciana de 97 años y de sus hermanas, para emprender el viaje hacia Estados Unidos.
Trámite.
Desde su llegada solicitó en Comar el análisis de su caso para que lo califiquen como persona que sí aplica para un refugio.
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Residencia.
Tramitan los hondureños en Migración, una vez que Comar extiende la constancia que los acredita en condición de refugiados.
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“No tengo ni un cinco. Pero no me muevo de aquí, esta acera es mi casa. Aquí frente a la Comisión que ayuda a los indocumentados espero, porque con la constancia de refugiado podré tramitar la residencia. Cuando me la den voy a seguir mi camino y mi meta es llegar a Piedras Negras, allí me espera un amigo que me tiene un trabajo. Debo tener paciencia, porque son miles de gentes pidiendo ese documento”, expresó Santos.
Fechas
1 junio 2019
Aventura. Quiroz inicia el viaje para llegar a México y quedó varado en Tapachula. 15 junio 2019 Solicitud. Inició trámites para solicitar refugio en México y buscar trabajo. 4 julio 2019 Respuesta. Santos esperaba obtener el carnet de refugiado. |
A las 9:00 pm, del jueves 4 de julio, Santos, tomaba un café que le regaló un salvadoreño. Nos dijo que era lo único que había tomado en el día.
“Este muchacho me regaló el cafecito, hoy no había comido nada, pero eso me sustenta. En México no tendré comodidades, pero resguardo mi vida, porque en Honduras quizás ya estaría muerto”, indicó.
A Santos le preguntamos qué hará si en 20 días no le dan la constancia de refugiado. Guardó silencio, tomó un sorbo de café y dijo: “Voy a seguir esperando, no tengo otra opción, pero confío en Dios que ese papel me dará el pase para llegar adonde me ganaré la vida.
A Honduras no vuelvo, salí decidido a enfrentar todo para no volver. Llevo un mes y la espera valdrá la pena. No pierdo las esperanzas y en pocos días estaré legal para trabajar y mandarle dinero a mi familia”.
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