17/04/2024
01:05 AM

Alarmante deserción escolar por emigración

Más de 547,00 menores de entre 5 y 17 años no estudian, según el INE Este año han retornado a más de 14,000 niños hondureños, en promedio uno cada 20 minutos.

    SAN PEDRO SULA.

    En un mundo ideal, todos los niños deberían dedicarse solo a jugar, hacer deporte y estudiar, pero la realidad es muy distinta, pues muchos tienen que trabajar para subsistir y otros incluso se ven orillados a una situación más difícil: emigrar lejos de su país.

    Esa es la historia de miles de niños hondureños, quienes dejan atrás los sueños de estudiar en una escuela o colegio para viajar de forma irregular rumbo a Norteamérica, acompañados o solos.

    No se sabe con exactitud cuántos menores emigran ilegalmente del país, pero la cifra de deportaciones evidencia que hay un alarmante éxodo de niños, ya que solo en lo que va de este año han sido retornados más de 14,000 menores hondureños, de acuerdo con registros revelados esta semana por el Observatorio Consular y Migratorio de Honduras.

    Datos
    Las cifras de deportaciones evidencian que la mayoría de hondureños que viaja ilegalmente a Norteamérica nunca llega a territorio estadounidense. El país del que más deportados han llegado este año es de México, de donde fueron retornados 39,346 hondureños, luego Estados Unidos con 21,833 y 274 de otros países de Centroamérica, Sudamérica, Europa y Asia.
    61,453 hondureños, entre adultos y niños, han deportado este año, informa el Observatorio Consular.
    43% han aumentado las deportaciones este año en comparación con 2018.
    Las cifras evidencian que la migración de niños es una de las causas que elevan los índices de deserción educativa en el país.

    La última encuesta permanente de hogares del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) detalla que la población de menores de edad, entre 5 y 17 años, en Honduras es de más de 2.4 millones de habitantes y que, de estos, más de 547,000 niños no estudian. El informe desglosa que, de esos menores, hay 314,640 que ni estudian ni trabajan y hay 232,369 que trabajan, pero no estudian.

    Menores. Niños centroamericanos dibujan en un albergue en Tijuana, México.
    Adiós educación. En los últimos años, los índices de deserción del sistema educativo hondureño se han disparado. Cada año, la cifra de menores que dejan los estudios supera por unos 10,000 alumnos la cantidad registrada el año educativo anterior.

    Así lo muestran las bases de datos del Sistema de Administración de Centros Educativos (Sace) de la Secretaría de Educación, conforme detalla un estudio del Observatorio Universitario de la Educación Nacional e Internacional de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM).

    Por ejemplo, en 2015 se registró una deserción de 47,813 estudiantes. La cifra aumentó el siguiente año, 2016, ya que 58,730 estudiantes abandonaron la escuela o colegio o sea, 10,917 más.

    Luego, en 2017, la cifra de deserción siguió creciendo, pues la cantidad de salidas del sistema educativo fue de más de 67,000 alumnos. El año pasado, el registro de las deserciones mostró otro preocupante salto, pues se elevó hasta los 78,773 menores.

    Sobre la situación en Honduras, Henrietta Fore, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ( Unicef), declaró que “niños y jóvenes necesitan inversiones reales en educación, protección y otros servicios que contribuyan a guiarles hacia un futuro más esperanzador y que también reduzcan algunas de las causas que les llevan a huir”.

    La representante de Unicef agregó: “Si no se abordan las causas de la migración, los niños y sus familias seguirán embarcándose en viajes migratorios peligrosos. Financiar programas para acabar con la violencia, desarrollar habilidades y crear oportunidades educativas contribuirá a crear el entorno que estos niños necesitan para construir su futuro en su país”.

    Si no se abordan las causas de migración, niños y familias seguirán haciendo viajes migratorios peligrosos

    Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef
    El informe Desarrollo y migración: desafíos y oportunidades en los países del norte de Centroamérica de México, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), elaborado por Alejandro I. Canales, Juan Alberto Fuentes y Carmen Rosa de León Escribano, señala: “Honduras destaca por su muy baja escolaridad: más del 80% de la población apenas tiene primaria completa o menos”, indica el documento. El estudio de la Cepal muestra que en el caso de Honduras la proporción de migrantes irregulares, entre adultos y niños tiende a incrementarse ligeramente al pasar de 60% en el trienio 2005-2007 a 65% en el trienio más reciente, 2015-2017.

    En el caso de El Salvador y Guatemala, la tendencia es inversa, aunque igualmente se trata de variaciones muy menores. La Cepal indica que el flujo migratorio de Honduras sigue siendo significativo. “En el caso de Guatemala y Honduras, las deportaciones se incrementan notoriamente”.

    Añade: “La migración desde los países del norte de Centroamérica (NCA) (Honduras, El Salvador y Guatemala) no es un fenómeno nuevo; sin embargo, ha adquirido mayor trascendencia en las últimas décadas”.

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    Sin estudio: Mentes a la deriva

    Se estima que el 22% de los niños hondureños que tienen edades entre 5 y 17 años no estudian, según detallan los registros de la última encuesta permanente de hogares del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

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    Abandono:Niveles

    Conforme detallan los informes de la Secretaría de Educación de Honduras, los alumnos que se encuentran matriculados en los niveles que van del primero a noveno grado son los que más abandonan sus estudios.

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    Índices: Migración

    En su informe, La Cepal indica: “La migración desde los países del norte de Centroamérica (NCA) (Honduras, El Salvador y Guatemala) no es un fenómeno nuevo; sin embargo, ha adquirido mayor trascendencia en las últimas décadas”.

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    Abusos: Expuestos

    Aparte de perder sus oportunidades educativas, muchos de los menores que viajan ilegalmente a Norteamérica sufren distintos abusos, incluso cuando están en los albergues en EE UU, como han revelado las propias autoridades.