San Pedro Sula, Honduras
A inicios de abril, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) anunció que quedaban prohibidos los velatorios que ocurran durante la emergencia del coronavirus en Honduras evitar la conglomeración de personas y así frenar la propagación de la pandemia.
Los familiares de una de las víctimas del coronavirus no pudieron despedirse de su ser querido al enterrarlo en el Parque Memorial La Resurrección en San Pedro Sula.
En el video se observa cuando un busito de la funeraria ingresa al cementerio y familiares de la persona fallecida por COVID-19 tratan de ingresar al recinto sagrado, pero elementos de la Policía Militar impidieron el acceso como establece el protocolo de bioseguridad.
La familia de la mujer fallecida se abrazaban en medio del dolor y la impotencia.
De acuerdo con el protocolo para víctimas mortales por coronavirus, el cuerpo debe ser transferido lo antes posible al depósito temporal después del fallecimiento. Antes de proceder al traslado debe permitirse el acceso de los familiares para una despedida, sin establecer contacto físico con este ni con las superficies u otros enseres de su entorno o cualquier otro material que pudiera estar contaminado.
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También se confirmó que los cadáveres confirmados por COVID-19 serán llevados inmediatamente desde el lugar donde ocurrió la muerte a su lugar de entierro.
Durante el entierro, custodiado por personal del Estado, se permitirá que los familiares en primer grado del fallecido lo acompañen, en un número no mayor 15 personas, manteniendo la protección correspondiente y la distancia del ataúd de 2 metros.
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