19/04/2024
07:34 AM

Nicolas Maduro, de conductor a virtual sucesor de Hugo Chávez

El mandatario pidió el apoyo para su vicepresidente en caso de quedar inhabilitado

    Hombre de sonrisa fácil que esconde tras su poblado bigote negro, Nicolás Maduro (50) parece tocado por el hada de la calma, tal vez en ello tenga mucho que ver sus creencias hindúes. Si Hugo Chávez es un carismático torbellino, su vicepresidente se muestra lo contrario: un hombre tranquilo.

    De exconductor de autobús del Metro y sindicalista a ministro, canciller, diputado, presidente de la Asamblea Nacional y vicepresidente de la República, Maduro ha logrado un importante avance en su carrera política luego que Chávez lo designara el sábado como su sucesor en el caso de que quede inhabilitado debido a la reaparición del cáncer.

    “Mi opinión firme, plena, como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que en ese escenario, que obligaría a convocar a elecciones presidenciales, ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente”, dijo Chávez a toda la nación. El doble cargo que hasta el momento acumula Maduro tiene como precedente el de Ramón Carrizales, vicepresidente de Chávez entre diciembre de 2008 y enero de 2010, cuando compaginó el cargo como ministro de Defensa desde marzo de 2009, y el del exvicepresidente Elías Jaua en su etapa final al asumir también Agricultura (2012).

    Quién es

    Nacido el 23 de noviembre de 1962 en Caracas, es un convencido izquierdista que se inició cuando cursaba grado medio como líder estudiantil maoísta y, sin pasar por la universidad, llegó a ser un destacado líder sindical en los 90.
    De su formación académica no se dice nada y de sus méritos políticos tampoco se comenta.

    Lo único que deja claro de él su biografía es que encarna a la perfección “la cultura del venezolano, es fraterno y simpático”.
    Casado con la actual procuradora del país, la expresidenta del Parlamento Cilia Flores, Maduro forma parte del ala civil del chavismo y destaca por su tono menos radical y su carácter afable.

    Ha sido el amigo leal desde tiempos en que Chávez cumplía condena en prisión por su fallido golpe de Estado de febrero de 1992.
    Como uno de los fundadores del MVR (Movimiento V República), antecesor del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), Maduro fue elegido diputado en 2000 tras haber participado en la redacción de la nueva Constitución de 1999 y en enero de 2006 fue designado presidente del Parlamento. En agosto de ese mismo año se convirtió en el ministro de Exteriores más duradero de la era Chávez.

    Lealtad

    Al igual que el resto del grupo que integra el entorno más cercano de Chávez, el vicepresidente, de formación marxista-leninista, se caracteriza por ser un hombre incondicional al gobernante, sin mayor brillo público y de escaso discurso.Beneficiario de una alta confianza, fue el único ministro que estuvo día y noche con Chávez cuando le fue diagnosticado un cáncer en junio del año pasado en La Habana, adonde solo pudieron estar los más allegados, la familia del mandatario, así como el líder cubano Fidel Castro, y el presidente Raúl Castro.

    De hecho, el propio Maduro fue el encargado de anunciar al mundo en junio de 2011 que Chávez había sido operado de urgencia por un “absceso pélvico” en Cuba, antes de que el mandatario explicara que le había sido detectado un “tumor” con “células cancerígenas”.Chávez, que por lo común suele reprender públicamente con dureza a algunos de sus ministros o funcionarios, en el caso de Maduro su relación es siempre cordial y lo trata con afecto. También le gasta alguna broma sobre los grandes sandwiches que suele comer, o sobre sus orígenes como chofer de autobuses del Metro. Demostrando ser férreo defensor de Chávez, Maduro
    calificó al opositor Henrique Capriles en las pasadas elecciones como “sifrino, mariconsote y fascista”.

    “El azote del imperio”En su época como canciller tenía fama de amable en los círculos diplomáticos latinoamericanos; pero eso no impide que fuera también el azote del “imperio”, el coartífice de la política exterior que tantos disgustos le ha dado a Washington.Como jefe de la diplomacia venezolana ha siguido la línea chavista de buscar abiertamente la “construcción de un mundo multipolar libre de la hegemonía del imperialismo norteamericano”.

    Se le consideró una pieza clave en impulsar la política exterior de su país más allá de las fronteras latinoamericanas para acercarse casi a cualquier Gobierno que rivalizara con Estados Unidos por una cosa u otra.Durante seis años ha participado en múltiples
    eventos internacionales e incluso representó a Venezuela en la Asamblea General de las Naciones Unidas debido a la enfermedad del Presidente.

    En los últimos tiempos se ha marcado largos viajes en tiempo récord, acudiendo a investiduras de Presidentes regionales, a cumbres como las de Rio+20 y Unasur o yendo a Teherán hasta la pasada cumbre de los países no aliados.
    Maduro y Elías Jaua, exvicepresidente y candidato a la gobernación del estado Miranda, integran el sector más radical del oficialismo y entre ambos existe una estrecha relación que ha llevado a los analistas a descartar que pueda darse una rivalidad por el control del Gobierno.

    “Las incertidumbres dentro del país aumentan dramáticamente porque el país obviamente se enfrenta a una incertidumbre de vacío sobre el presidente Chávez”, afirmó Luis Vicente León, directivo de la encuestadora local Datanálisis. León dijo a la AP que hay una “expansión de la incertidumbre” porque Chávez no deja en claro qué tan complicada es su situación de salud.

    Hay dudas si el anuncio de designar a Maduro como su sucesor aplacará las rivalidades internas en el chavismo, si el Vicepresidente podría ganar unas posibles elecciones que se convocarían en 30 días, y si las autoridades electorales están en capacidad de convocar a nuevas elecciones en el corto plazo.