Allonso Hernández López, encargado del departamento de Investigación de la organización FM4 Paso Libre, accedió a compartir algunos datos sobre el flujo de migrantes en la ruta del Pacífico, una salida para huir de la delincuencia en el Atlántico.
-¿Cómo nace la organización?
En 2007, un grupo de jóvenes universitarios que habían hecho voluntariado en casas del migrante en el norte del país regresó a Guadalajara a ver lo que estaba pasando en las vías del tren. Encontramos que estaban pasando migrantes a diario y se les llevaba comida, agua y ropa y se convivía con ellos para documentar sus casos. Nos dimos cuenta de que una señora, doña Adela, sentada cotidianamente en la orilla de la vía, facilitaba agua y alimento a los migrantes. Hicimos alianza con ella para entrar en su casa y preparar alimentos, guardar ropa y permanecer en los momentos en que asistía a los migrantes. Luego nos dimos cuenta de que los esfuerzos estaban siendo rebasados y fue así como pensamos en hacer un centro de atención al migrante, como llamamos al comedor que tenemos, que es una bodega alquilada que hemos acondicionado.
-¿Cuántos migrantes están pasando por acá?
Somos conscientes de que no todas las personas que se acercan a nosotros son los que pasan por Guadalajara. Cuando empezamos a trabajar recibíamos a 80 al mes, pero ahora, por nuestra estrategia de visibilización, el trabajo en las vías y las campañas en colonias aledañas han hecho que el comedor atienda a entre 550 y 600 migrantes al mes.
-¿La mayoría son hondureños?
Más o menos el 55% son hondureños, 20 ó 25% son mexicanos y el resto, por nivel de prioridad, son guatemaltecos, salvadoreños y nicaragüenses. Hay casos atípicos de República Dominicana, Ecuador, Perú y Colombia.
-¿Cuál es el perfil de los migrantes?
La mayor población tiene de 28 a 30 años, aunque hemos recibido desde menores de edad de meses hasta personas de 72 años. De acuerdo con nuestra experiencia, el número de mujeres es el 4% y la cifra de infantes es la misma.
-¿Cuál es la razón para usar la ruta más larga?
El Centro de Atención al Migrante abrió en mayo de 2010 y para finales de agosto de ese año se descubrió y visibilizó la tragedia cotidiana de los migrantes con la masacre de 72 de ellos en San Fernando, Tamaulipas, en la ruta del golfo. El boom mediático y otras tragedias después de eso hicieron que muchos migrantes se lo pensaran dos veces para usar esas rutas. Consideramos que eso hizo que mucha gente se viniera por acá, que es la más larga del país y la que menos atención humanitaria tiene, pero los migrantes buscan siempre mayor seguridad. No quiere decir que sean circunstancias perfectas.
-¿Cuáles son los peligros en esta vía?
Está en juego lo material con el robo de mochilas, ropa, dinero y alimentos o la criminalización de la ciudadanía o las críticas y ofensas. En las otras rutas, lamentablemente, lo que está en juego es la vida misma.
-¿El cartel de Sinaloa tiene algún interés en los migrantes?
De acuerdo con la investigación que hemos hecho, según el testimonio de los migrantes, no. Todavía no hay injerencia o no la hemos documentado. Hay puntos donde hay robos constantes, pero no sabemos si son parte de grupos delictivos más organizados o si son pandillas locales que merodean los puntos donde el tren baja la velocidad.
-¿Se sabe si en esas bandas hay hondureños?
No, tampoco tenemos casos registrados de eso.
-¿Cuál es la posición de la población de Guadalajara?
Sabemos que no representamos a toda la ciudadanía y somos conscientes de que hay gente en contra. Trabajamos con la comunidad para concienciar sobre todo a las poblaciones aledañas a la vía y a nuestro comedor para evitar que estén en contra nuestra, como ha pasado en otros puntos, por ejemplo Lechería. Hay tres niveles: el desconocimiento por el que se confunde a los migrantes con indigentes; otro nivel es la indiferencia ante la migración o la conciencia de temor ante el flujo porque la gente decía que nos estaban invadiendo; el tercero es la atención humanitaria emergente de gente de conciencia sobre el fenómeno, en el que hay personas que ayudan. Falta un poco entender y atender las causas del fenómeno. Esto va iniciando y ojalá podamos dar esos pasos.
Mexicanos utilizan el tren
Variante migratoria
Cada día más mexicanos usan el tren para llegar a la frontera con Estados Unidos. La pobreza y la falta de vínculos sociales para transportarse en otros medios llevan a los mexicanos a ser parte del flujo por el Pacífico. La mayoría de quienes lo utilizan son personas de zonas rurales o que migraron a las ciudades para trabajar informalmente y al ver agotados sus recursos deciden subirse al tren.
México es un país donde el 50% de la población vive en un alto grado de pobreza.
