Detroit, Estados Unidos.
La presidenta ejecutiva de General Motors Co., Mary Barra, pasó gran parte de sus primeros nueve meses al frente de la automotriz estadounidense sumida en un escándalo por el mal manejo que la empresa le dio a los defectos en sus vehículos durante más de una década.
Ahora, Barra espera pasar la página. Se prevé que el miércoles la ejecutiva anuncie una estrategia financiera a varios años que conduzca a mayores ganancias y vehículos líderes de mercado que parecen estar siempre en el futuro de GM, nunca en su presente.
Barra, de 53 años, dijo en una entrevista previa que espera cerrar el capítulo tormentoso de vehículos defectuosos y décadas de pobre rendición de cuentas. “Detesto la palabra cultura. Cultura es solo la manera en la que nos comportamos”, dijo Barra, agregando que todos los empleados de GM necesitan comportarse distinto, empezando por ella misma. “Antes… Era demasiado amable”.
En una reunión con 300 altos ejecutivos de GM a principios de septiembre en Detroit, Barra les dijo a los gerentes que no podían seguir confundiendo el progreso continuo con el éxito. GM, dijo, debe hacer lo que haga falta para ser “la automotriz más valiosa del mundo”, una clasificación que incluye satisfacción de clientes, calidad y resultados financieros.
Barra les ha dicho y repetido a los inversionistas que sus operaciones norteamericanas alcanzarían márgenes de ganancia antes de impuestos de 10% en algún momento “a mediados de la década”, y les ha prometido que no tendrían pérdidas en Europa más o menos en el mismo impreciso período de tiempo. El año pasado, su margen antes de impuestos en Estados Unidos y Canadá fue de 7,8%. El año pasado, su rival Ford Motor Co. superó a GM con un margen operativo en EE.UU. de 9,9%. El lunes, Ford sorprendió a los inversionistas al advertir que su ganancia operativa de este año podría ser de hasta US$2.000 millones menos de lo que había pronosticado debido a costos de llamados a revisión y la debilidad en los mercados emergentes.
Barra ahora promete darles a los inversionistas plazos más específicos para sus metas financieras. Una clave del objetivo de margen para Norteamérica serán nuevas líneas de vehículos compactos y medianos, incluyendo los rediseñados sedanes Chevrolet Cruze y Malibu, que Barra insiste que se beneficiarán de un cambio en las preferencias de los consumidores. Estos vehículos empezarán a llegar al mercado a fines de 2015.
La pregunta sobre cómo GM gastará alrededor de US$39.000 millones en efectivo y equivalentes de efectivo en sus arcas será respondida “al detalle”, dijo Barra. Algunos analistas han dicho que parte del efectivo debería ser invertido en recompras de acciones o para pagar un dividendo más alto.
Barra enfrenta un enorme reto para alcanzar sus objetivos, en buena parte porque sus rivales le sacan ventaja en varias áreas.
La junta directiva de GM no ha establecido un plazo fijo para que Barra cumpla con estas metas financieras, de satisfacción de cliente y calidad, y apoya enérgicamente sus esfuerzos, dijeron fuentes cercanas a la empresa. Pero los directivos siguen preocupados sobre el número de problemas heredados por Barra que requieren atención constante, dijo una de estas fuentes.
Sin embargo, Wall Street ya ha emitido un veredicto preliminar sobre Barra: no se está moviendo lo suficientemente rápido.
La acción ha caído alrededor de 17% desde que Barra asumió el mando dejado por Dan Akerson, el ex ejecutivo del sector de telecomunicaciones que lideró la automotriz durante su reestructuración y regreso al mercado bursátil.
Este debía ser el año en que GM, finalmente liberada del rescate del gobierno, arrojara números sólidos gracias a un aumento en la producción de camionetas pickup Chevrolet rediseñadas y altamente rentables y todoterrenos como el Chevy Suburban y Cadillac Escalade.
En cambio, los números más notables de GM fueron los de sus llamados a revisión. Desde febrero, GM llamó a revisión 29 millones de vehículos por varios problemas de seguridad, Barra ha comparecido cuatro veces frente a comités del Congreso estadounidense y la empresa contabilizó US$2.500 millones en costos relacionados a las reparaciones.
El Departamento de Justicia de EE.UU. y otras agencias del gobierno siguen investigando si ejecutivos de la empresa deben enfrentar juicios civiles o penales. Algunos analistas predicen que GM podría enfrentar hasta US$2.000 millones extra en multas.
La campaña de Barra para impulsar rápidamente la rentabilidad dependerá de si ella y sus lugartenientes cambian la burocracia arraigada en la compañía.
Mark Reuss, jefe de desarrollo de producto de GM, dice que la empresa paga más que sus rivales por materiales y tecnología que compra para vehículos debido a sus propios malos hábitos, como basar sus pedidos de autopartes en pronósticos irreales de altas ventas que puede abrumar a los proveedores con costos cuando la demanda no cumple las expectativas.
La presidenta ejecutiva de General Motors Co., Mary Barra, pasó gran parte de sus primeros nueve meses al frente de la automotriz estadounidense sumida en un escándalo por el mal manejo que la empresa le dio a los defectos en sus vehículos durante más de una década.
Ahora, Barra espera pasar la página. Se prevé que el miércoles la ejecutiva anuncie una estrategia financiera a varios años que conduzca a mayores ganancias y vehículos líderes de mercado que parecen estar siempre en el futuro de GM, nunca en su presente.
Barra, de 53 años, dijo en una entrevista previa que espera cerrar el capítulo tormentoso de vehículos defectuosos y décadas de pobre rendición de cuentas. “Detesto la palabra cultura. Cultura es solo la manera en la que nos comportamos”, dijo Barra, agregando que todos los empleados de GM necesitan comportarse distinto, empezando por ella misma. “Antes… Era demasiado amable”.
En una reunión con 300 altos ejecutivos de GM a principios de septiembre en Detroit, Barra les dijo a los gerentes que no podían seguir confundiendo el progreso continuo con el éxito. GM, dijo, debe hacer lo que haga falta para ser “la automotriz más valiosa del mundo”, una clasificación que incluye satisfacción de clientes, calidad y resultados financieros.
Barra les ha dicho y repetido a los inversionistas que sus operaciones norteamericanas alcanzarían márgenes de ganancia antes de impuestos de 10% en algún momento “a mediados de la década”, y les ha prometido que no tendrían pérdidas en Europa más o menos en el mismo impreciso período de tiempo. El año pasado, su margen antes de impuestos en Estados Unidos y Canadá fue de 7,8%. El año pasado, su rival Ford Motor Co. superó a GM con un margen operativo en EE.UU. de 9,9%. El lunes, Ford sorprendió a los inversionistas al advertir que su ganancia operativa de este año podría ser de hasta US$2.000 millones menos de lo que había pronosticado debido a costos de llamados a revisión y la debilidad en los mercados emergentes.
Barra ahora promete darles a los inversionistas plazos más específicos para sus metas financieras. Una clave del objetivo de margen para Norteamérica serán nuevas líneas de vehículos compactos y medianos, incluyendo los rediseñados sedanes Chevrolet Cruze y Malibu, que Barra insiste que se beneficiarán de un cambio en las preferencias de los consumidores. Estos vehículos empezarán a llegar al mercado a fines de 2015.
La pregunta sobre cómo GM gastará alrededor de US$39.000 millones en efectivo y equivalentes de efectivo en sus arcas será respondida “al detalle”, dijo Barra. Algunos analistas han dicho que parte del efectivo debería ser invertido en recompras de acciones o para pagar un dividendo más alto.
Barra enfrenta un enorme reto para alcanzar sus objetivos, en buena parte porque sus rivales le sacan ventaja en varias áreas.
La junta directiva de GM no ha establecido un plazo fijo para que Barra cumpla con estas metas financieras, de satisfacción de cliente y calidad, y apoya enérgicamente sus esfuerzos, dijeron fuentes cercanas a la empresa. Pero los directivos siguen preocupados sobre el número de problemas heredados por Barra que requieren atención constante, dijo una de estas fuentes.
Sin embargo, Wall Street ya ha emitido un veredicto preliminar sobre Barra: no se está moviendo lo suficientemente rápido.
La acción ha caído alrededor de 17% desde que Barra asumió el mando dejado por Dan Akerson, el ex ejecutivo del sector de telecomunicaciones que lideró la automotriz durante su reestructuración y regreso al mercado bursátil.
Este debía ser el año en que GM, finalmente liberada del rescate del gobierno, arrojara números sólidos gracias a un aumento en la producción de camionetas pickup Chevrolet rediseñadas y altamente rentables y todoterrenos como el Chevy Suburban y Cadillac Escalade.
En cambio, los números más notables de GM fueron los de sus llamados a revisión. Desde febrero, GM llamó a revisión 29 millones de vehículos por varios problemas de seguridad, Barra ha comparecido cuatro veces frente a comités del Congreso estadounidense y la empresa contabilizó US$2.500 millones en costos relacionados a las reparaciones.
El Departamento de Justicia de EE.UU. y otras agencias del gobierno siguen investigando si ejecutivos de la empresa deben enfrentar juicios civiles o penales. Algunos analistas predicen que GM podría enfrentar hasta US$2.000 millones extra en multas.
La campaña de Barra para impulsar rápidamente la rentabilidad dependerá de si ella y sus lugartenientes cambian la burocracia arraigada en la compañía.
Mark Reuss, jefe de desarrollo de producto de GM, dice que la empresa paga más que sus rivales por materiales y tecnología que compra para vehículos debido a sus propios malos hábitos, como basar sus pedidos de autopartes en pronósticos irreales de altas ventas que puede abrumar a los proveedores con costos cuando la demanda no cumple las expectativas.