18/04/2024
08:11 PM

General Motors intenta superar el capítulo de las fallas en sus autos

  • 30 septiembre 2014 /

Se debe hacer lo que haga falta para ser “la automotriz más valiosa del mundo”, dijo Mary Barra, presidenta ejecutiva de GM.

Detroit, Estados Unidos.

La presidenta ejecu­tiva de General Motors Co., Mary Barra, pasó gran parte de sus pri­meros nueve meses al frente de la automotriz estadounidense su­mida en un escándalo por el mal manejo que la empresa le dio a los defectos en sus vehículos durante más de una década.

Ahora, Barra espera pasar la pá­gina. Se prevé que el miércoles la ejecutiva anuncie una estrategia fi­nanciera a varios años que conduz­ca a mayores ganancias y vehícu­los líderes de mercado que parecen estar siempre en el futuro de GM, nunca en su presente.

Barra, de 53 años, dijo en una entrevista previa que espera cerrar el capítulo tormentoso de vehícu­los defectuosos y décadas de pobre rendición de cuentas. “Detesto la palabra cultura. Cultura es solo la manera en la que nos comporta­mos”, dijo Barra, agregando que todos los empleados de GM nece­sitan comportarse distinto, empe­zando por ella misma. “Antes… Era demasiado amable”.

En una reunión con 300 altos ejecutivos de GM a principios de septiembre en Detroit, Barra les dijo a los gerentes que no podían seguir confundiendo el progreso continuo con el éxito. GM, dijo, debe hacer lo que haga falta para ser “la automotriz más valiosa del mundo”, una clasificación que in­cluye satisfacción de clientes, cali­dad y resultados financieros.

Barra les ha dicho y repetido a los inversionistas que sus opera­ciones norteamericanas alcanza­rían márgenes de ganancia antes de impuestos de 10% en algún mo­mento “a mediados de la década”, y les ha prometido que no tendrían pérdidas en Europa más o menos en el mismo impreciso período de tiempo. El año pasado, su margen antes de impuestos en Estados Uni­dos y Canadá fue de 7,8%. El año pa­sado, su rival Ford Motor Co. supe­ró a GM con un margen operativo en EE.UU. de 9,9%. El lunes, Ford sorprendió a los inversionistas al advertir que su ganancia operati­va de este año podría ser de hasta US$2.000 millones menos de lo que había pronosticado debido a costos de llamados a revisión y la debili­dad en los mercados emergentes.

Barra ahora promete darles a los inversionistas plazos más espe­cíficos para sus metas financieras. Una clave del objetivo de margen para Norteamérica serán nuevas líneas de vehículos compactos y medianos, incluyendo los redise­ñados sedanes Chevrolet Cruze y Malibu, que Barra insiste que se beneficiarán de un cambio en las preferencias de los consumidores. Estos vehículos empezarán a llegar al mercado a fines de 2015.

La pregunta sobre cómo GM gas­tará alrededor de US$39.000 millo­nes en efectivo y equivalentes de efectivo en sus arcas será respondi­da “al detalle”, dijo Barra. Algunos analistas han dicho que parte del efectivo debería ser invertido en recompras de acciones o para pa­gar un dividendo más alto.

Barra enfrenta un enorme reto para alcanzar sus objetivos, en bue­na parte porque sus rivales le sacan ventaja en varias áreas.

La junta directiva de GM no ha establecido un plazo fijo para que Barra cumpla con estas metas finan­cieras, de satisfacción de cliente y calidad, y apoya enérgicamente sus esfuerzos, dijeron fuentes cercanas a la empresa. Pero los directivos si­guen preocupados sobre el número de problemas heredados por Barra que requieren atención constante, dijo una de estas fuentes.

Sin embargo, Wall Street ya ha emitido un veredicto preliminar sobre Barra: no se está moviendo lo suficientemente rápido.

La acción ha caído alrededor de 17% desde que Barra asumió el mando dejado por Dan Akerson, el ex ejecutivo del sector de telecomu­nicaciones que lideró la automotriz durante su reestructuración y re­greso al mercado bursátil.

Este debía ser el año en que GM, finalmente liberada del rescate del gobierno, arrojara números sólidos gracias a un aumento en la produc­ción de camionetas pickup Chevro­let rediseñadas y altamente renta­bles y todoterrenos como el Chevy Suburban y Cadillac Escalade.

En cambio, los números más notables de GM fueron los de sus llamados a revisión. Desde febrero, GM llamó a revisión 29 millones de vehículos por varios problemas de seguridad, Barra ha comparecido cuatro veces frente a comités del Congreso estadounidense y la em­presa contabilizó US$2.500 millo­nes en costos relacionados a las re­paraciones.

El Departamento de Justicia de EE.UU. y otras agencias del gobier­no siguen investigando si ejecuti­vos de la empresa deben enfrentar juicios civiles o penales. Algunos analistas predicen que GM podría enfrentar hasta US$2.000 millones extra en multas.

La campaña de Barra para im­pulsar rápidamente la rentabili­dad dependerá de si ella y sus lu­gartenientes cambian la burocracia arraigada en la compañía.

Mark Reuss, jefe de desarrollo de producto de GM, dice que la em­presa paga más que sus rivales por materiales y tecnología que compra para vehículos debido a sus propios malos hábitos, como basar sus pe­didos de autopartes en pronósticos irreales de altas ventas que puede abrumar a los proveedores con cos­tos cuando la demanda no cumple las expectativas.