15/04/2024
12:48 AM

Telefónica y Telecom Italia, al borde del divorcio por Brasil

  • 28 agosto 2014 /

Vivendi SA se inclinó el jueves por una oferta de casi US$10.000 millones del gigante español Te­lefónica SA.

Nueva York, Estados Unidos.

En una decisión repentina, Vivendi SA se inclinó el jueves por una oferta de casi US$10.000 millones del gigante español Te­lefónica SA por su filial brasile­ña de telecomunicaciones GVT, por sobre la de su rival Telecom Italia SpA. La decisión pone fin a una sorpresiva guerra de ofer­tas entre dos de las mayores em­presas de las telecomunicacio­nes de Europa.

Vivendi indicó que había de­cidido entablar conversaciones exclusivas con Telefónica luego de que su junta directiva reali­zara una breve reunión para analizar las propuestas que re­cibió por GVT este jueves, tanto de la empresa española como de la italiana.
Las conversaciones exclu­sivas durarán tres meses, has­ta el 28 de noviembre, informó Vivendi.

“La decisión fue fácil: la ofer­ta de Telefónica era claramente la mejor”, sostuvo una persona al tanto del asunto.
La guerra de ofertas por GVT enfrentó a dos de los mayores operadores europeos en torno a un activo en América Latina, una región de rápido crecimien­to que está muy lejos de sus es­tancados mercados internos.

Para Videndi, el potencial acuerdo representa una co­rrección de rumbo en una re­novación que lleva años. El conglomerado francés, que en su momento se expandió con fuerza, se ha venido reducien­do drásticamente desde 2012. Acordó vender la mayor parte de sus actividades de telecomu­nicaciones, incluida una partici­pación mayoritaria en la france­sa SFR, en un acuerdo valorado en unos US$23.000 millones.

Sin embargo, la oferta de 7.450 millones de euros (US$9.830 mi­llones) de Telefónica —más de la mitad en efectivo— le permitiría a Vivendi mantener su presen­cia en las telecomunicaciones, ya que se quedaría con 12% de la filial brasileña del gigante es­pañol una vez que se haya fusio­nado con GVT. Vivendi también tendría el derecho de canjear al­rededor de un tercio de esa par­ticipación por parte de las accio­nes con voto que tiene Telefónica en Telecom Italia.

El operador italiano, por su parte, le ofreció a Viven­di una participación de 15% en una unidad fusionada en Bra­sil y una participación en Tele­com Italia que podría ayudarle a expandirse en otras áreas. No obstante, esta propuesta incluía menos efectivo y valoraba a GVT en una cifra ligeramente menor, 7.000 millones de euros.

Este desenlace era difícil de prever hace unos años. Cuando Telefónica se convirtió en el ma­yor accionista de Telecom Ita­lia en 2007, se suponía que iba a ser el comienzo de una hermosa amistad entre los dos gigantes de telecomunicaciones del sur de Europa.

En cambio, la relación se des­moronó en los últimos años de­bido a una serie de problemas, en particular sus estrategias en Brasil, donde son feroces com­petidoras.

Ahora esas tensiones inter­nas explotaron hacia afuera, creando una situación paradóji­ca en la que Telecom Italia quedó atrapada en una guerra de ofer­tas con su principal accionista, para obtener una mayor presen­cia en Brasil.

El jueves, Telecom Italia pre­sentó una oferta por 7.000 millo­nes de euros para comprar GVT, con la intención de superar la propuesta anterior de Telefó­nica de 6.700 millones de euros. También invitó al gigante de me­dios francés a tomar el lugar de Telefónica como mayor accionis­ta del grupo italiano. Una hora después del anuncio de Telecom Italia, Telefónica hizo su contra­oferta. No obstante, el directorio de Vivendi decidió desechar la propuesta de Telecom Italia.

En 2007, Telefónica adquirió una participación de 30,6% en Telco SpA, el holding que con­trola Telecom Italia, lo que le dio el control efectivo de la empre­sa italiana. Telefónica compró la participación en parte debido a la gran presencia de Telecom Ita­lia en Brasil y también buscaba evitar que otros rivales se ex­pandieran en ese país. Telecom Italia es dueña de TIM Partici­pações, en tanto que Telefónica posee Vivo, el mayor operardor en Brasil.

En los últimos años, Brasil se ha vuelto un objeto de deseo aún mayor para ambas firmas, en busca de crecimiento. Las dife­rencias sobre cómo desarrollar el negocio así como peleas sobre el manejo de la deuda de 27.400 millones de euros de Telecom Italia crearon tensiones, según personas al tanto.

Entonces, cuando los regu­ladores brasileños dejaron en claro en septiembre que, debi­do a la gran presencia de las dos empresas, Telefónica no podía avanzar con los planes de au­mentar su participación en Te­lecom Italia, surgieron más ten­siones, según fuentes.

Ese conflicto con su mayor accionista se extendió a otras áreas, paralizando a Telecom Italia, conforme luchaba para encontrar una nueva estrate­gia para enfrentar el deterioro de su mercado interno, según las fuentes.

Como consecuencia, ambas partes están interesadas en ter­minar con la relación. Desde hace meses, el presidente ejecutivo de Telecom Italia, Marco Patuano, ha afirmado que la gerencia ac­túa de forma independiente de los accionistas. En tanto, hace poco Telefónica anunció planes de reducir su participación a cer­ca de 8%, para luego ofrecer el resto como un atractivo extra en su oferta por GVT.

“No veo la hora de deshacer­nos de la empresa”, dijo el presi­dente de Telefónica, César Alier­ta, en una reunión hace apenas unos meses, en referencia a Te­lecom Italia, según una persona con conocimiento del asunto.

En tanto, ambas empresas han apuntado desde hace me­ses a GVT, a pesar de que los ejecutivos de las dos compañías conocían el interés de su rival. Este año, banqueros de inversión le propusieron una tregua al di­rector financiero de Telecom Ita­lia, Piergiorgio Peluso: comprar SFR, de Vivendi, y dejar que Te­lefónica compre GVT.
En cambio, Telecom Italia optó por ir a la guerra con su ex socio.