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El BCE se prepara para un rol más activo en la economía

  • 25 agosto 2014 /

Los pesimistas acerca del euro fueron alentados por el llamado del presidente del BCE, Mario Draghi, a impulsar el crecimiento.

Nueva York, Estados Unidos.

El euro se hundió el lunes a su nivel más bajo en 11 meses en medio de apuestas de los inver­sionistas de que el Banco Central Europeo mantendrá la debilidad de la moneda para estimular la anémica economía del conti­nente.

Los pesimistas acerca del euro fueron alentados por el llamado del presidente del BCE, Mario Draghi, a impulsar el crecimiento durante el sim­posio de bancos centrales rea­lizado en Jackson Hole, estado de Wyoming, el viernes. El euro perdió 0,4% el lunes para que­dar en US$1,3192, su nivel más bajo desde septiembre de 2013. La moneda ha retrocedido 5,8% desde su máximo de este año re­gistrado en mayo.

Los comentarios de Draghi también dispararon las accio­nes y los bonos a medida que los inversionistas apuestan a que un BCE más activo hará que fluya más dinero en ambos mercados.

Muchos inversionistas han realizado grandes apuestas a que el euro seguirá cayendo, aunque esa posición no ha sido muy acertada en los dos últimos años. Algunos incluso predicen que el BCE lanzará en su reunión de diciembre un plan para com­prar bonos, tal como lo hizo en su momento la Reserva Federal de EE.UU. Las compras de bonos debilitarían el euro al elevar el flujo de dinero y reducir los re­tornos en deuda denominada en la moneda común.

Las declaraciones de Draghi son percibidas como un punto de quiebre ya que instó a los gobier­nos de la zona euro a asumir una postura más activa para alentar el crecimiento económico, y dio indicios de que el BCE estaba lis­to para hacer lo mismo.

El BCE ha sido por mucho tiempo el más cauteloso entre los principales bancos centra­les del mundo, absteniéndose de comprar bonos y tomándose más tiempo que sus pares para reducir las tasas de interés de referencia.

El discurso del viernes mar­có un giro de esa postura y un reconocimiento de que la frágil recuperación de Europa está en peligro, dijeron analistas.

Algunos inversionistas com­paran el discurso de Draghi con otro que dio en julio de 2012, cuando prometió que haría “lo que fuera necesario” para salvar el euro. Su promesa ayudó a ali­viar una crisis de deuda sobera­na y disparó dos años de racha alcista de la moneda.

Los inversionistas también están acumulando acciones eu­ropeas y bonos. Muchas compa­ñías se beneficiarían de los es­fuerzos del BCE de reducir los costos de endeudamiento y una moneda más débil abarataría los productos manufacturados en la zona euro para compradores ex­tranjeros.

En el mercado de deuda, el rendimiento del bono alemán a 10 años estaba muy por debajo del 1% y los retornos de deuda de otros países cayeron a medida que el mercado sospesó las pro­babilidades de un relajamiento. Los rendimientos caen cuando los precios suben.

La Fed está abandonando sus compras de bonos y se espera que suba su tasa de interés de referencia el próximo año, lo que haría al dólar más atracti­vo. Mientras tanto, la economía europea muestra señales de re­troceso. Italia cayó en una rece­sión en el segundo trimestre y la inflación anual bajó a 0,4% en julio, muy por debajo de la meta del BCE de alrededor de 2%.

Los inversionistas que ob­servan el empeoramiento del panorama económico han esta­do apostando en contra del euro desde mayo, con la idea de que el BCE se verá forzado a actuar. En su reunión de junio, el banco central introdujo tasas negativas sobre algunos depósitos. El dis­curso de Draghi en Jackson Hole sugirió que se vienen más medi­das radicales.

Obviamente, Draghi “inten­ta preparar a los mercados para una mayor flexibilidad por parte del BCE en momentos en que tan­to la inflación como la perspecti­va de crecimiento se han deterio­rado”, dijo Eric Stein, codirector del equipo de renta global de Ea­ton Vance Management, que su­pervisa US$12.800 millones en activos. “Está totalmente tratan­do de debilitar el euro”.

El BCE tiene un largo historial de decepcionar a los inversionis­tas con su postura conservadora. Será muy difícil vender a la clase política las compras de bonos e implementarlas tomará tiempo. Entretanto, el efecto de las pala­bras de Draghi podría disiparse a medida que el debate dentro del banco central se prolongue, dijo Axel Merk, director de inversio­nes de Merk Investments.
“El euro volverá a subir a medida que las personas se den cuenta de que lo que Draghi pue­de hacer para debilitarlo es limi­tado”, dijo.

Otros señalan que Draghi ha definido claramente un cambio de curso, que pondrá una cre­ciente presión sobre el euro. Muchos bancos, incluyendo BNP Paribas y Scotiabank, predicen que la moneda se cotizará en US$1,30 a fines de año.
“Draghi se desvió del libre­to (del BCE)… y con su discur­so consiguió bajar el euro”, dijo Holger Sandte, jefe de analistas de Nordea.