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Estados Unidos soprende con un robusto crecimiento

  • 30 julio 2014 /

El Producto Interno Bruto avanzó a una tasa anual desestacionalizada de 4% en el segundo tri­mestre.

Washington, Estados Unidos.

La economía estadouni­dense registró un gran impulso en el segundo trimestre, que compensó con creces la con­tracción del primer trimestre y significó un regreso al sendero del crecimiento en 2014.

Unas horas después de la publicación del informe el miércoles sobre una expansión que superó las previsiones, la Reserva Fede­ral concluyó su reunión de política monetaria de dos días y ofreció una evaluación modera­damente más optimista sobre la inflación, el empleo y la economía.

“La actividad económica repuntó en el se­gundo trimestre”, indicó la Fed en su comu­nicado tras la reunión. El banco central de EE.UU. señaló que el mercado laboral mejo­ra, la tasa de desempleo cae y la inflación se acerca a su meta de 2%. No obstante, aclaró que un conjunto de indicadores sugiere que persiste una capacidad ociosa “considerable” en el mercado laboral.

Ante la aparente mayor solidez de la eco­nomía, la entidad afirmó que continuará con la reducción de sus programas de estímulo —que incluyen compras de valores hipote­carios y bonos del Tesoro— a US$25.000 mi­llones mensuales.

Conforme se acerca el fin de esas políticas, la Fed se enfoca cada vez más en el cronograma y los mecanismos de las alzas de las tasas de interés. Las tasas a corto plazo permanecerán bajas por “un tiempo considerable después de que termi­ne el programa de compra de activos”, afir­mó el banco.

El Producto Interno Bruto, la medición más amplia de bienes y servicios producidos en toda la economía, avanzó a una tasa anual desestacionalizada de 4% en el segundo tri­mestre, informó el Departamento de Comer­cio. Los economistas encuestados por The Wall Street Journal habían pronosticado un crecimiento de 3,0%.

Un aumento en la adquisición de inventa­rios por parte de las empresas y una acelera­ción del consumo contrarrestaron el efecto de un incremento de las importaciones.

La sólida mejoría ocurre después de un primer trimestre en el que la economía se contrajo a una tasa de 2,1%. Aunque siguió siendo el peor trimestre de la recuperación que empezó en 2009, la cifra fue revisada frente a la estimación previa de una contrac­ción de 2,9%. En el último año hasta el 30 de junio, la economía creció 2,4%, lo que marca un ligero avance frente al promedio de 2,3% anual desde el inicio de la recuperación has­ta el final de 2013, antes de que un invierno más crudo de lo normal en EE.UU. golpeara la economía.

El primer trimestre “fue una anomalía y el crecimiento será mucho más fuerte el resto del año”, afirma Stuart Hoffman, eco­nomista de PNC Financial Services Group. “Los consumidores están gastando gracias a los aumentos de empleos e ingresos, y con los costos de endeudamiento aún bajos, las empresas están invirtiendo para satisfacer una demanda más fuerte”.

El gasto de los hogares —que equivale a aproximadamente dos tercios de la economía de EE.UU.— escaló a una tasa anual de 2,5% en el último trimestre, comparado con un au­mento 1,2% en el período anterior.

También fueron revisadas las cifras de años previos, que mostraron que la econo­mía se expandió 4% en el segundo semestre de 2013, los mejores seis meses en 10 años. No obstante, los números de los últimos cin­co años, incluyendo nuevas revisiones de ci­fras desde 2011, siguen contando una historia conocida. Incapaz de lograr varios trimes­tres consecutivos de crecimiento estable, la recuperación que comenzó en 2009 sigue siendo la más débil desde la Segunda Gue­rra Mundial.

Existen motivos para mantener la caute­la ante el repunte del trimestre pasado. La lectura inicial del PIB depende de las esti­maciones de flujos comerciales, gastos en el sector de salud y otros aspectos de la econo­mía que podrían ser modificados en lecturas subsecuentes.

El fuerte avance en el consumo se debe, al menos parcialmente, a una recu­peración tras el frío invierno de principios de año. Si al clima se le echa la culpa por un primer trimestre débil, le corresponde parte del mérito por el segundo.

El segundo trimestre también recibió un fuerte impulso de empresas que reabastecie­ron sus inventarios. Esto sumó 1,66 puntos porcentuales al crecimiento. El aumento es similar al robusto reabastecimiento que ayu­dó a propulsar la expansión en el segundo se­mestre del 2013 y contrasta con la tendencia inversa que contribuyó a la contracción del primer trimestre.

Algunos economistas indicaron que el in­cremento en los inventarios plantea interro­gantes sobre si el fuerte ritmo de expansión del segundo trimestre es sostenible. Las ven­tas finales reales, una medición del PIB que excluye cambios en los inventarios, subieron 2,3% en el segundo trimestre. Tomando en cuenta la contracción de 1% del primer tri­mestre, las ventas crecieron en casi 0,7% en­tre enero y junio de 2014.

Esto sugiere que el aumento en los inven­tarios podría haber sido “excesivo”, señala Chris Low, economista jefe de FTN Financial, “como si las empresas hubieran puesto de­masiada fe en la historia de un repunte tras el mal clima”.

El informe del miércoles también mostró que el índice de precios de gastos de consu­mo personal, el indicador preferido de la Fed, subió a una tasa anualizada de 2,3% en el se­gundo trimestre. La lectura superó la meta de inflación de 2% de la Fed por primera vez desde principios de 2012.