Nueva York, Estados Unidos.
El costo de apuntalar los bancos de China en caso de una crisis financiera casi se ha cuadruplicado en los últimos tres años y ya asciende a US$526.200 millones, el más alto de cualquier sistema bancario, según el último análisis del Laboratorio de Volatilidad de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York.
El laboratorio utiliza datos de bancos que cotizan en bolsa para estimar cuánto capital adicional sería necesario para que mantuvieran la solvencia si sus acciones cayeran al menos un 40% en seis meses.
La metodología para el cálculo es complicada, pero basta decir que utiliza los balances de los bancos y los precios de sus acciones para imitar el tipo de pruebas de solvencia que los bancos centrales utilizan para determinar si los bancos tienen el suficiente capital para resistir tormentas financieras de la misma envergadura que la crisis financiera mundial de 2008.
Los bancos chinos, según los cálculos del laboratorio, no lo tienen. Los esfuerzos de Beijing por reactivar el crecimiento desde marzo han logrado devolver al PIB a 7,5% en el segundo trimestre, desde el 7,4% de los primeros tres meses de 2014.
La inversión pública aumentó 25% en junio respecto a un año antes, según el Ministerio de Finanzas. Pero los llamados miniestímulos también han renovado el auge del crédito nacional, y los préstamos aumentaron en junio 25% interanual a 1,08 billones de yuanes (US$174.200 millones).
El Laboratorio de Volatilidad no explica por qué están aumentando los costos, pero el incremento está en línea con la explosión del crédito bancario en los últimos años.
Como la economía se está desacelerando y el riesgo de impagos está aumentando, los inversionistas han llevado los precios de las acciones de los bancos a niveles mínimos récord en relación con el valor en libros de los créditos de los bancos. Bank of China, por ejemplo, negocia por debajo de su valor en libros.
“Parece ser resultado del hecho de que el pasivo de los bancos chinos ha seguido creciendo rápidamente mientras las valoraciones de las acciones de las entidades parecen bastante vulnerables a una desaceleración”, indicó James Hamilton, catedrático de Economía de la Universidad de California, en su blog Econbrowser.
El costo de apuntalar los bancos de China en caso de una crisis financiera casi se ha cuadruplicado en los últimos tres años y ya asciende a US$526.200 millones, el más alto de cualquier sistema bancario, según el último análisis del Laboratorio de Volatilidad de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York.
El laboratorio utiliza datos de bancos que cotizan en bolsa para estimar cuánto capital adicional sería necesario para que mantuvieran la solvencia si sus acciones cayeran al menos un 40% en seis meses.
La metodología para el cálculo es complicada, pero basta decir que utiliza los balances de los bancos y los precios de sus acciones para imitar el tipo de pruebas de solvencia que los bancos centrales utilizan para determinar si los bancos tienen el suficiente capital para resistir tormentas financieras de la misma envergadura que la crisis financiera mundial de 2008.
Los bancos chinos, según los cálculos del laboratorio, no lo tienen. Los esfuerzos de Beijing por reactivar el crecimiento desde marzo han logrado devolver al PIB a 7,5% en el segundo trimestre, desde el 7,4% de los primeros tres meses de 2014.
La inversión pública aumentó 25% en junio respecto a un año antes, según el Ministerio de Finanzas. Pero los llamados miniestímulos también han renovado el auge del crédito nacional, y los préstamos aumentaron en junio 25% interanual a 1,08 billones de yuanes (US$174.200 millones).
El Laboratorio de Volatilidad no explica por qué están aumentando los costos, pero el incremento está en línea con la explosión del crédito bancario en los últimos años.
Como la economía se está desacelerando y el riesgo de impagos está aumentando, los inversionistas han llevado los precios de las acciones de los bancos a niveles mínimos récord en relación con el valor en libros de los créditos de los bancos. Bank of China, por ejemplo, negocia por debajo de su valor en libros.
“Parece ser resultado del hecho de que el pasivo de los bancos chinos ha seguido creciendo rápidamente mientras las valoraciones de las acciones de las entidades parecen bastante vulnerables a una desaceleración”, indicó James Hamilton, catedrático de Economía de la Universidad de California, en su blog Econbrowser.