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Deutsche Bank es sacudido por críticas de EE.UU. a sus deficiencias contables

  • 23 julio 2014 /

El Banco de la Reserva Federal de Nueva York halló que las gigantescas operaciones estado­unidenses de Deutsche Bank tienen numerosos y graves problemas en sus informes financieros.

Fráncfort, Alemania.

Durante sus seis años como director financiero de Deutsche Bank AG, Stefan Krause, ha asumido la reforma de los sis­temas de reportes financieros del banco alemán como un pilar de su gestión. Sin embargo, después de que las autoridades de Estados Unidos expresaron serias preocu­paciones sobre sus datos, ahora es el propio Krause quien se encuen­tra bajo presión.

En una evaluación que hizo el año pasado, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York halló que las gigantescas operaciones estado­unidenses de Deutsche Bank tienen numerosos y graves problemas en sus informes financieros y que el banco no los ha corregido pese a haber estado al tanto de ellos des­de hace años, según documentos a los que tuvo acceso The Wall Street Journal.

Krause es el principal guardián de los datos financieros de Deutsche Bank y encabeza una iniciativa que abarca toda la empresa para mejo­rar la calidad de sus informes, un proyecto que la Fed de Nueva York calificó de inadecuado.

En una carta enviada a ejecuti­vos de Deutsche Bank en diciembre, Daniel Muccia, vicepresidente sé­nior de la Fed de Nueva York a car­go de supervisar las operaciones en EE.UU. del banco, escribió que los informes producidos por algu­nas de sus divisiones “son de baja calidad, imprecisos y poco fiables”. Muccia agregó que “la envergadura y amplitud de los errores sugieren que toda la estructura de informes regulatorios del banco en EE.UU. requiere de diversas medidas co­rrectivas”.

Otros reguladores que supervi­san a las más de 8.500 entidades legales que tiene Deutsche Bank en todo el mundo han expresado pre­ocupaciones sobre los sistemas de control del banco. El supervisor bancario alemán, BaFin, abrió una investigación en junio acerca de sus controles internos en la división de commodities, según una fuente al tanto. Las reacciones reflejan el ma­yor escrutinio regulatorio que han enfrentado los bancos desde la crisis financiera.

“Hemos estado trabajando dili­gentemente para reforzar más nues­tros sistemas y controles, y estamos comprometidos con ser el mejor de la clase”, dijo un portavoz de Deuts­che Bank el martes. Como parte de la iniciativa, agregó, el banco va a invertir 1.000 millones de euros (US$1.350 millones) a nivel mundial y designará 1.300 personas para es­tas tareas.

Las críticas del banco regional de la Fed significan una reprimen­da a uno de los mayores bancos del mundo, en momentos en que los reguladores de EE.UU. inten­sifican su enfoque en la salud de las firmas financieras extranjeras con importantes operaciones en el país.

La carta, fechada el 11 de di­ciembre, decía que Deutsche Bank no había hecho “ningún avance” en la corrección de problemas identificados previamente. Según la nota, los examinadores encon­traron “errores materiales y mala integridad de datos” en los infor­mes financieros de sus entidades en EE.UU., que son utilizados por los reguladores, economistas e in­versionistas para evaluar sus ope­raciones. Los problemas iban desde errores de ingreso de datos a no te­ner en cuenta el valor de garantías a la hora de estimar el riesgo de los préstamos.

Las deficiencias constituyen una “falla sistémica” y “exponen a la fir­ma a un considerable riesgo opera­tivo e informes regulatorios erró­neos”, escribió Muccia.

La Fed de Nueva York tiene va­rias herramientas a su disposición para abordar las falencias de los bancos que regula. Puede enviar cartas privadas exigiendo medidas, como lo hizo con Deutsche Bank, o, en casos más graves, puede impo­ner restricciones sobre las activi­dades de las firmas.

La carta, que no había salido a la luz hasta ahora, ordenó a Deutsche Bank a asegurarse de que se toma­rán medidas para solucionar los pro­blemas. También indicó que el banco podría tener que modificar algunos de los datos financieros que presen­tó a los reguladores.

Las operaciones estadouniden­ses de Deutsche Bank, que incluye banca de inversión, gestión de acti­vos y procesamiento de transaccio­nes, ascienden a US$600.000 millo­nes en activos, o más de un cuarto del total de la empresa a nivel mun­dial, según ejecutivos. En América Latina, Deutsche Bank tiene pre­sencia en Argentina, Brasil, Chile y Perú, pero opera sólo en los seg­mentos de finanzas corporativas e institucionales.

Grandes porciones de las opera­ciones en EE.UU. eran responsabili­dad de Anshu Jain, hoy copresidente ejecutivo del banco. El actual presi­dente ejecutivo de Deutsche Bank en América del Norte es Jacques Brand. El portavoz del banco no quiso hacer declaraciones en nombre de ellos.

Krause se incorporó a Deutsche Bank como director financiero en 2008, proveniente de la automo­triz BMW AG. Las críticas de la Fed de Nueva York a su trabajo contras­tan con las reacciones positivas que ha recibido de muchos inversionis­tas por desprenderse de activos no esenciales y ayudar a reafirmar la base financiera del banco en los úl­timos dos años.

Uno de los proyectos más im­portantes de Krause desde que asumió el cargo ha sido implemen­tar un gigantesco proyecto de tec­nología de la información llamado Stride, un acrónimo de Strategic Reporting and Information Deli­very Program (algo así como Pro­grama Estratégico de Reportes y Entrega de Información). Iniciado en 2010, el programa tiene como objetivo mejorar los informes fi­nancieros de todas las divisiones al consolidar en un sistema único los más de 1.000 sistemas de tec­nología de la información que uti­liza el banco.

No obstante, el progreso de Stri­de ha sido lento. Se preveía en prin­cipio que se completara el próximo año, pero la fecha ha sido aplazada hasta 2016, en parte por problemas técnicos. La lenta implementación llevó a Deutsche Bank a reducir la remuneración de Krause el año pa­sado, según personas al tanto.

“Creemos que el programa Stri­de, bajo el liderazgo de Stefan Krau­se, ha sido un componente instru­mental que nos ayuda a consolidar y modernizar aún más nuestros in­formes regulatorios y financieros”, dijo el vocero del banco el miércoles. “El programa está avanzando paso a paso, pero como cualquier proyecto de sistemas ambicioso, es una inicia­tiva de varios años”.

“Debido a que el banco no ha sido capaz de eliminar las deficien­cias durante un período tan largo (...) tiene que haber consecuen­cias para el director financiero”, afirma Dieter Hein, analista de la firma de investigación financiera Fairesearch, en Fráncfort.

La divulgación de la carta de la Fed de Nueva York es “horrible­mente embarazosa” para Deutsche Bank, dice Dan Davies, analista de Exane BNP Paribas, en Londres. Sin embargo, dijo, el asunto “no debe­ría exagerarse (...) La incompeten­cia general de los sistemas y los controles es una gran prioridad de la Fed en este momento”.