El entusiasmo de los consumidores por alimentos y bebidas más saludables ha invertido los papeles de un pequeño proveedor de leche de soya y su antigua casa matriz, que es el mayor procesador lácteo de Estados Unidos.
Hace poco más de un año, Dean Foods Co., un gigante del sector lácteo con casi 90 años de historia, escindió sus marcas de leche vegetal Silk y su leche orgánica Horizon para formar una empresa independiente, The WhiteWave Foods Co. En los últimos 12 meses, las acciones de WhiteWave se han disparado 62%, mientras que las de Dean han caído 17%.
Las ganancias y ventas de WhiteWave están en alza en momentos en que los estadounidenses consumen cada vez más leches vegetales. Dean ha registrado pérdidas debido a la caída de la demanda en EE.UU. y el aumento de los costos de la leche cruda. Actualmente, los ingresos de WhiteWave representan sólo un tercio de los de Dean, pero su valor de mercado triplica el de su antigua empresa matriz.
Recuperar el favor de los consumidores no será fácil. “Va a ser difícil revertir la tendencia del consumo menguante de leche (de vaca) en EE.UU.”, afirma Ryan Oksenhendler, analista de Arlon Group LLC, una gestora de fondos de Nueva York que posee acciones de WhiteWave. Señala que los consumidores que cambian la leche de vaca por las de soya, almendra y coco alimentan las ganancias de WhiteWave.
Los ejecutivos de Dean buscan revertir la caída de las ganancias al reducir costos y expandir la venta de leches saborizadas y bebidas ricas en proteínas, dos productos de nicho cuyo desempeño está superando el de la leche blanca convencional. Dean cerró ocho de sus casi 80 plantas el año pasado y planea tres cierres más este año, en un intento por sobrellevar lo que sus ejecutivos llaman las peores condiciones que haya atravesado su industria.
“Estamos en un terreno que no conocemos”, dijo en mayo a analistas su presidente, Gregg Tanner. El ejecutivo no quiso ser entrevistado para este artículo.
Dean, con sede en Dallas, recibió elogios en Wall Street cuando sacó a bolsa a WhiteWave, en 2012, para atraer a inversionistas interesados en su división de rápido crecimiento. Gregg Engles, quien estuvo al frente de Dean durante 18 años y la expandió a través de adquisiciones, se marchó para dirigir la empresa escindida. Dean también vendió su división Morningstar Foods, que producía leche en polvo, café helado y queso fresco, a la canadiense Saputo Inc. en enero de 2013 por US$1.450 millones, antes de completar la separación de WhiteWave, en mayo.
La reorganización apuntaba a reducir el tamaño de Dean, darle un enfoque más centrado, disminuir su deuda y convertirlo en el proveedor dominante en la industria de leche líquida de EE.UU., que mueve US$20.000 millones al año.
Logró esos resultados, al recortar su deuda total a US$963 millones al 31 de marzo, frente a US$1.800 millones un año antes, y pudo devolverles dinero a sus inversionistas, señala Amit Sharma, analista de BMO Capital Markets.
Dean actualmente controla 36% del mercado de leche líquida de EE.UU. y espera elevar su participación transformándose en el productor de menor costo, con la capacidad de operar de forma más eficiente que competidores más pequeños.
No obstante, resultó ser un mal momento para que la empresa redoblara su apuesta por los lácteos. Los precios de la leche cruda se han disparado en el último año, debido a un menor suministro y al aumento de la demanda fuera de EE.UU. Eso ha afectado las ganancias de Dean, que no puede trasladar fácilmente los costos a los consumidores sin arriesgarse a un declive de las ventas.