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Los lácteos pierden terreno ante la soya en Estados Unidos

  • 21 julio 2014 /

El entusiasmo de los consu­midores por alimentos y bebidas más saludables ha invertido los papeles de un pequeño proveedor de leche de soya y su antigua casa matriz.

Nueva York, Estados Unidos.

El entusiasmo de los consu­midores por alimentos y bebidas más saludables ha invertido los papeles de un pequeño proveedor de leche de soya y su antigua casa matriz, que es el mayor procesa­dor lácteo de Estados Unidos.

Hace poco más de un año, Dean Foods Co., un gigante del sector lácteo con casi 90 años de histo­ria, escindió sus marcas de leche vegetal Silk y su leche orgánica Horizon para formar una empre­sa independiente, The WhiteWave Foods Co. En los últimos 12 me­ses, las acciones de WhiteWave se han disparado 62%, mientras que las de Dean han caído 17%.

Las ganancias y ventas de Whi­teWave están en alza en momen­tos en que los estadounidenses consumen cada vez más leches vegetales. Dean ha registrado pérdidas debido a la caída de la demanda en EE.UU. y el aumen­to de los costos de la leche cru­da. Actualmente, los ingresos de WhiteWave representan sólo un tercio de los de Dean, pero su va­lor de mercado triplica el de su antigua empresa matriz.

Recuperar el favor de los con­sumidores no será fácil. “Va a ser difícil revertir la tendencia del consumo menguante de le­che (de vaca) en EE.UU.”, afirma Ryan Oksenhendler, analista de Arlon Group LLC, una gestora de fondos de Nueva York que posee acciones de WhiteWave. Señala que los consumidores que cam­bian la leche de vaca por las de soya, almendra y coco alimentan las ganancias de WhiteWave.

Los ejecutivos de Dean buscan revertir la caída de las ganancias al reducir costos y expandir la venta de leches saborizadas y bebidas ricas en proteínas, dos productos de nicho cuyo desem­peño está superando el de la leche blanca convencional. Dean cerró ocho de sus casi 80 plantas el año pasado y planea tres cierres más este año, en un intento por sobre­llevar lo que sus ejecutivos llaman las peores condiciones que haya atravesado su industria.

“Estamos en un terreno que no conocemos”, dijo en mayo a ana­listas su presidente, Gregg Tan­ner. El ejecutivo no quiso ser en­trevistado para este artículo.

Dean, con sede en Dallas, reci­bió elogios en Wall Street cuan­do sacó a bolsa a WhiteWave, en 2012, para atraer a inversionistas interesados en su división de rá­pido crecimiento. Gregg Engles, quien estuvo al frente de Dean durante 18 años y la expandió a través de adquisiciones, se mar­chó para dirigir la empresa es­cindida. Dean también vendió su división Morningstar Foods, que producía leche en polvo, café he­lado y queso fresco, a la canadien­se Saputo Inc. en enero de 2013 por US$1.450 millones, antes de completar la separación de Whi­teWave, en mayo.

La reorganización apuntaba a reducir el tamaño de Dean, dar­le un enfoque más centrado, dis­minuir su deuda y convertirlo en el proveedor dominante en la in­dustria de leche líquida de EE.UU., que mueve US$20.000 millones al año.

Logró esos resultados, al re­cortar su deuda total a US$963 millones al 31 de marzo, frente a US$1.800 millones un año antes, y pudo devolverles dinero a sus inversionistas, señala Amit Shar­ma, analista de BMO Capital Mar­kets.

Dean actualmente controla 36% del mercado de leche líquida de EE.UU. y espera elevar su par­ticipación transformándose en el productor de menor costo, con la capacidad de operar de forma más eficiente que competidores más pequeños.

No obstante, resultó ser un mal momento para que la empresa redoblara su apuesta por los lác­teos. Los precios de la leche cruda se han disparado en el último año, debido a un menor suministro y al aumento de la demanda fue­ra de EE.UU. Eso ha afectado las ganancias de Dean, que no puede trasladar fácilmente los costos a los consumidores sin arriesgarse a un declive de las ventas.