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La privacidad se vuelve primordial en los ‘smartphones’

  • 20 marzo 2014 /

Los teléfonos incorporan múltiples elementos de privacidad, como mensajes de texto que se borran y la capacidad de desactivar el rastreo de la navegación en Internet.

Washington, Estados Unidos

La privacidad se ha convertido en una característica popular de los smartphones. En las últimas semanas, tres empresas han develado planes de lanzar smartphones que prometen proteger a sus usuarios de las miradas indiscretas de gobiernos y empresas.

Los fabricantes de los teléfonos, que van desde startups hasta el gigante aeroespacial Boeing Co., esperan sacar provecho de la creciente preocupación por la privacidad a raíz de las revelaciones de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) y los esfuerzos de las empresas por monitorear el uso de Internet y la ubicación de los usuarios de celulares.

Los teléfonos incorporan múltiples elementos de privacidad, como mensajes de texto que se borran y la capacidad de desactivar el rastreo de la navegación en Internet.

Los usuarios pueden configurar muchos smartphones para lograr los mismos objetivos, pero necesitarían pericia técnica, señala Toby Weir-Jones, director gerente de SGP Technologies, fabricante del Blackphone. SGP es una operación conjunta de la empresa de software Silent Circle y el fabricante de dispositivos español Geeksphone.

Están también el teléfono FreedomPop Privacy, que salió a la venta hace poco en EE.UU., y el Boeing Black, que está dirigido a empleados del gobierno y de defensa.

Weir -Jones dice que un aumento de las descargas del servicio de mensajes de texto encriptados de Silent Circle después de las revelaciones sobre la NSA convenció a los ejecutivos de que habría interés en un teléfono que protegiera la privacidad, si fuera fácil de usar.

Forrester Research informa que 8% de los usuarios de Internet han descargado un servicio que les permite ver qué empresas están rastreando las páginas que visitan en Internet. “La gente empieza a creer que los ciudadanos comunes y corrientes pagarán un poco para proteger su información”, señala Fatemeh Khatibloo, analista sénior de Forrester. Esto ha atraído atención, y financiamiento, de inversionistas de capital de riesgo, afirma, aunque no está claro si estas apuestas darán fruto. “Nadie hasta ahora ha podido determinar si estos productos serán adoptados a una escala masiva”.

Stephen Stokols, presidente ejecutivo de FreedomPop, dice que los inversionistas de la compañía se muestran escépticos sobre el atractivo de un teléfono centrado en la privacidad, ya que creen que atraerá sólo a una clientela de nicho. La empresa ofrece planes celulares baratos y es respaldada por la firma de inversión Mangrove Capital Partners y el cofundador de Skype Niklas Zennström, entre otros.

Stokols considera que la perspectiva del consumidor está cambiando. Si el dispositivo es relativamente barato y fácil de usar, “pensamos que es para el mercado masivo”, anota. En referencia a los inversionistas, agrega: “En los próximos meses sabremos si nosotros estamos en lo cierto o ellos”.

Tanto el teléfono de FreedomPop como el Blackphone ofrecen llamadas de voz y mensajes de texto encriptados. En el Blackphone, la codificación es provista por la aplicación Silent Circle. Si un usuario realiza una llamada o envía un mensaje a través de la aplicación, la información básica acerca de la conexión —los números de teléfono y la duración— es codificada.

FreedomPop permite a los clientes encubrir su identidad mediante pagos anónimos con bitcoins y cambiar de número con la frecuencia que deseen. Stokols afirma que esto los protegerá. “No estamos guardando nada de estos datos”, dice. “Si la NSA nos contactara para obtenerlos, no los tendríamos”.

Weir-Jones, de SGP, asegura que el Blackphone dará a los usuarios “una medida de privacidad y control que no han tenido antes”, si bien no promete que el teléfono sea a prueba de la NSA. El Blackphone está disponible a través del operador holandés KPN en Holanda, Bélgica y Alemania y cuesta US$629. El FreedomPop vale US$189.

Para la navegación y las búsquedas en Internet, ambos celulares utilizan software y motores de búsqueda de terceros que no reúnen datos sobre sus usuarios. “Los anunciantes no sabrán lo que ha buscado”, asegura Stokols.

Los usuarios pueden descargar aplicaciones, pero el Blackphone ofrece un mayor control sobre los datos que la aplicación puede acceder.