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RebelMouse, una ‘startup’ que juega en las grandes ligas

  • 16 enero 2014 /

Washington, Estados Unidos

Mientras trabajaba como director de tecnología en el portal de noticias Huffington Post en 2011, Paul Berry se concentró en hacer que el contenido del sitio se volviera viral para que pudiera ser compartido vía redes sociales con millones de posibles lectores.

Ahora, el mexicano de 38 años está creando una startup que busca facilitarle a blogueros y medios establecidos la tarea para hacer lo mismo con su contenido.

RebelMouse ofrece una plataforma que ayuda a usuarios a combinar todas sus publicaciones en redes sociales, artículos, videos y otro contenido en línea en una página de inicio consolidada que otros puedan ver.

Cuando un usuario publica una foto o un mensaje en medios sociales, RebelMouse busca todas las etiquetas y hashtags que el usuario puede aplicar y después recomienda agregar los que son populares en ese momento para que más gente vea y comparta la publicación.

Grandes clientes como Burger King Worldwide Inc. y PepsiCo Inc. pagan a la startup unos US$5.000 al mes para que, por ejemplo, reúna miles de fotos de Instagram y tuits de clientes sobre una nueva variedad de papas fritas.

Empresas más pequeñas y organizaciones sin ánimo de lucro como Unicef, que no necesitan tanto apoyo técnico, pagan unos US$500 al mes, apunta Berry. Personas individuales pueden crear cuentas sin costo alguno.

La clave de RebelMouse para perdurar, dice Berry, es su habilidad de incorporar actualizaciones de redes sociales futuras, incluyendo algunas que aún no hayan sido creadas.

RebelMouse generó sus primeros US$100.000 en ingresos mensuales en noviembre, cuando alcanzó 17 millones de visitantes únicos. Pero Berry no prevé que la empresa sea rentable este año. Enfrenta una competencia recia de nuevos rivales que ofrecen servicios similares. RebelMouse recaudó US$13 millones de SoftBank Capital, Oak Investment Partners y otros inversionistas para contratar a 42 personas, en Nueva York. A continuación, fragmentos de una reciente entrevista:

WSJ: ¿Algún consejo para una empresa pequeña que de pronto tiene que lidiar con clientes grandes?

Berry: A las empresas (grandes) les aterra ser arrogantes e ignorar la cultura de startups que podrían estar perturbándolas. Reconocen que la única forma de sobrevivir a largo plazo es ser receptivas y que pueden hacer cosas verdaderamente interesantes con estas empresas.

WSJ: ¿Algún consejo sobre cómo desarrollar un negocio duradero sobre arenas movedizas?

Berry: Creo que RebelMouse ha logrado muy buen ritmo y ha crecido debido a que el contenido compartido vía redes sociales es exactamente en lo que soy experto. (Mi mentor y fundador de BuzzFeed) Jonah Peretti solía decirme que las mejores empresas son reflejos directos de sus fundadores. Yo creo en eso.

WSJ: ¿Cómo empezaste a enfocarte en el contenido que se propaga rápidamente en línea?

Berry: Mi familia salió de México en 1979 para que mi padre pudiera hacer un MBA en Stanford. Tras la graduación, mis padres crearon Palo Alto Software, una firma de planes empresariales. En 1997, empecé a desarrollar el negocio en línea de la empresa, tomando muestras gratuitas de planes de negocios y colocándolos en Internet. Era una nueva idea y recibió atención como un servicio útil y un gran uso de Internet.

WSJ: ¿Por qué RebelMouse?

Berry: Creo que (el nombre) RebelMouse transmite algo humilde al igual que ambicioso: un segundón al que uno puede animar.

WSJ: ¿Cómo abordas la expansión?

Berry: He creado un equipo global que implica que el negocio básicamente nunca duerme. Además, hay tantas personas brillantes que no viven en Nueva York y un equipo global puede ser más económico.

Viví mis primeros años en México, donde aprendí a hablar castellano. Siempre pensé que saber castellano sería importante para mi carrera, pero no lo ha sido. Lo que ha ayudado ha sido entender lo que significa ser de otra cultura.

Creo que eso me permite trabajar mejor con un equipo global. Necesitas que tus empleados se sientan inteligentes y creativos, lo que las teleconferencias pueden socavar si el inglés no es la lengua materna de alguien. A veces me comunico por e-mail o chat, lo que les da tiempo a buscar una palabra que necesitan en Google.