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Hollywood, de productor a distribuidor

  • 21 noviembre 2013 /

Cada vez más filmes son financiados por firmas independientes.

Washington, Estados Unidos

Después de que la comedia del oso de peluche Ted facturara la espectacular suma de US$568 millones en taquilla a mediados de año, el presidente ejecutivo de NBCUniversal, Steve Burke, anunció: “Nos gustaría ver una Ted 2 lo antes posible”.

Lo que Burke no mencionó es que Ted 2 no será producida por el conglomerado de medios.

Esto se debe a que la película original fue financiada por una empresa independiente y Universal Pictures se encargó sólo de su distribución y marketing. Se trata de una tendencia cada vez mayor entre los grandes estudios de Hollywood: en la actualidad se inclinan más por colocar sus fichas en superproducciones de superhéroes y sus secuelas, que ya cuentan con una base sólida de seguidores, en lugar de apostar a cintas originales de presupuestos medianos con menos potencial de convertirse en un éxito de taquilla global.

Así, estos estudios reducen su exposición negativa a algunas de las películas más riesgosas, pero también limitan el potencial de éxitos sorpresa en un mercado en el que estos abundan. Además, ya que el dinero es poder, disminuye el papel tradicional de los principales estudios —Universal de Comcast Corp., Warner Bros. de Time Warner Inc., Walt Disney Co., Paramount Pictures de Viacom Inc., Sony Pictures Entertainment de Sony Corp., y Twentieth Century Fox de 21st Century Fox Inc.— como los abanderados exclusivos de la máquina de películas de Hollywood.
Parte de ese poder se ha trasladado a empresas de bajo perfil como Media Rights Capital, que financió Ted con unos US$50 millones y después vendió los derechos de distribución a Universal.

El estudio ha programado Ted 2 para julio de 2015, pero no ha concretado un acuerdo para su lanzamiento, según personas al tanto de las negociaciones. Por su parte, MRC ha sellado sus propios pactos con el director Seth MacFarlane y el actor Mark Wahlberg y prevé comenzar a filmar en junio.

De las 81 películas con presupuestos que superan los US$30 millones y que han sido o serán lanzadas este año por los grandes estudios, 19 fueron financiadas ya sea principal o totalmente por terceras partes. En los cuatro años previos, el promedio fue de 11 películas independientes de un total de 95.

“La escala de las películas producidas de forma independiente ha crecido significativamente en los últimos años”, señala Rena Ronson, codirectora del grupo de cine independiente United Talent Agency.

Aunque antes se enfocaban principalmente en filmes de bajo presupuesto, las empresas independientes ahora respaldan de manera regular producciones que cuestan más de US$100 millones, como la película de ciencia ficción Elysium y el drama de Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio El lobo de Wall Street, a estrenarse a fin de año en EE.UU.

En el pasado, los actores y directores que trabajaban con estas empresas a menudo estaban o muy al inicio o muy avanzados en sus carreras como para recibir la atención de los principales estudios. Pero el grupo ahora incluye a grandes estrellas como Brad Pitt y Denzel Washington.

Directores como MacFarlene, Neill Blomkamp (Elysium) y David Ayer (End of Watch) están dirigiendo su segunda película consecutiva para una compañía independiente.

“Es muy difícil que hoy en día las historias que el cineasta quiere contar con su propio estilo se produzcan en los estudios”, afirmó Ayer, hablando desde el set británico de su película sobre la Segunda Guerra Mundial Fury, con un presupuesto de US$80 millones y protagonizada por Pitt. “Es por esto que el nuevo paradigma de la financiación independiente a un nivel mayor es emocionante”.

Aunque son producidas fuera de Hollywood, muchas cintas financiadas de manera independiente son lanzadas por estudios importantes, que siguen siendo las únicas entidades capaces de promocionar y distribuir una película a nivel mundial. Pero en la mayoría de los casos, la empresa independiente fue la que compró el guión, firmó los contratos con los actores y armó el presupuesto.

Ese es precisamente el tipo de gasto que no rinde fruto y que los concienzudos estudios han reducido en los últimos años. Por supuesto, asumir los riesgos que los estudios rechazan implica más posibilidades de perder dinero.
Los acuerdos de estas producciones varían mucho, dependiendo de la participación de la película que los financiadores venden a los distribuidores.

Universal pagó una cuota fija por los derechos globales de la primera Ted, y se quedó con buena parte de las ganancias. Pero MRC probablemente optará por mantener una participación grande en la secuela, indicaron personas al tanto de las negociaciones, lo que le otorgaría la mayoría de las ganancias si es un éxito o pérdidas en caso de que fracase. Eso dejaría a Universal u otro socio del estudio con una participación más pequeña o sin participación alguna, en cuyo caso ganarían dinero de una cuota por sus servicios de distribución y marketing, que normalmente asciende a 15% de los ingresos.