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Un alza en las tasas eleva el atractivo de los bonos argentinos

  • 29 septiembre 2013 /

Los compradores van desde especialistas en deuda con problemas a fondos que cotizan en bolsa que atraen capital de inversionistas minoristas

Washington, Estados Unidos

Los inversionistas están acumulando bonos de Argentina antes de que la Corte Suprema de Estados Unidos decida si considerará una defensa del gobierno argentino, en una nueva señal de la predisposición de Wall Street a asumir riesgos en busca de una jugosa recompensa.

Los compradores van desde especialistas en deuda con problemas a fondos que cotizan en bolsa que atraen capital de inversionistas minoristas. J.P. Morgan Chase & Co aumentó la semana pasada la participación de deuda argentina en su influyente portafolio de bonos soberanos de países emergentes, que es utilizado por fondos que gestionan en conjunto cerca de US$229.000 millones para determinar qué valores comprar.

El bono argentino con vencimiento en 2033 se cotizaba el viernes en 66 centavos por dólar estadounidense, casi un máximo de dos meses, y acumula un alza de 13,4% este mes, según Factset Research.

El repunte de la deuda argentina tiene lugar a pesar de que el país ingresa en una etapa que podría ser decisiva en su intento por evitar pagarles a fondos de cobertura que son dueños de bonos que datan de la cesación de pagos de 2001.

La Corte Suprema de EE.UU. se reúne el lunes para considerar la apelación de Argentina frente a un dictamen de agosto pasado que le ordenaba llegar a un acuerdo con los fondos que aún poseen deuda, o dejar de pagarles a sus acreedores actuales. Si los magistrados se niegan a tomar el caso podría activarse otro default, indican analistas. Una decisión podría conocerse el martes.

Los inversionistas que compran la deuda afirman que los retornos que rondan 13% compensan el riesgo de perder el dinero si Argentina cae en cesación de pagos por tercera vez desde 1992. Han conservado la deuda mientras el país sudamericano evaluaba sus opciones legales en medio de repetidos reveses en los tribunales estadounidenses.

A pesar de su recomendación la semana pasada, J.P. Morgan advirtió que Argentina “no es una compra a largo plazo”. Pero los inversionistas cuentan con menos opciones en el mercado de bonos. Años de políticas de estímulo monetario de los bancos centrales de los países desarrollados enviaron dinero a los mercados emergentes, obligando a los inversionistas a asumir más riesgo para generar los mismos retornos.

“No hay muchos países que ofrezcan retornos altos”, afirmó Diego Ferro, codirector de inversión de Greylock Capital Management LLC, que se especializa en deuda de riesgo y supervisa una cartera de unos US$700 millones. “Todos los países que ofrecen retornos altos tienen riesgos, como Venezuela, Egipto, Argentina… elija su veneno”. Greylock posee deuda argentina desde hace varios años, pero compró más bonos en septiembre.

Una corte estadounidense dictaminó en octubre de 2012 que los acreedores que no entraron en el canje de deuda deberían recibir su pago junto con otros bonistas, quienes aceptaron pronunciados descuentos en 2005 y 2010. El precio de un bono a 2033, que cotizaba a 80 centavos por dólar antes de la decisión judicial, cayó por debajo de 60 centavos en menos de un mes.

Una corte de apelaciones de Nueva York exigió en agosto que Argentina les pagara a ambos grupos de tenedores de bonos. La decisión quedó en suspenso hasta que la Corte Suprema decida si acepta considerar el caso. J.P. Morgan sostiene que Argentina podría retrasar el cumplimiento de una orden judicial de EE.UU. hasta bien avanzado 2014 a través de otra apelación.