San Pedro Sula. El apoyo financiero sigue siendo fundamental para las mipymes; pero en el caso de las microindustrias, el contar con suficiente mano de obra calificada es indispensable para su crecimiento.
De acuerdo con fuentes del sector, aproximadamente el 18% de las micro y pequeñas empresas pertenecen al sector industrias, trabajando en renglones tan diversos como la elaboración y procesamiento de alimentos, muebles de madera, equipos de cocina, artículos de cuero y productos textiles.
A diferencia de las empresas de comercio o de servicios, las pequeñas industrias “son más difíciles de montar y mantener”, señala Victorino Carranza, presidente del Gremio de la Micro y Pequeña Industria de Honduras (Gremipeh).
José Enrique Núñez, presidente de la Asociación Nacional de la Mediana y Pequeña Industria de Honduras (Anmpih), observa que las pequeñas industrias aportan “valor agregado a los productos que elaboran y captan mayor cantidad de mano de obra”, es decir, crean un mayor número de empleos.
Sin embargo, Carranza apunta que a menudo carecen de mano de obra calificada.
Eduardo Posadas, coordinador del Centro de Desarrollo Empresarial (CDE) de San Pedro Sula, asegura que el programa de estos centros incluye en su estructura “una coordinación de formación técnica y está contemplado en el plan de trabajo para proporcionarle al pequeño empresario industrial la información que necesite”.
Posadas explica que por su misma naturaleza, la capacitación técnica no puede ser “masiva”, sino que se imparte en “grupos reducidos, trabajando con ellos de manera personalizada”.
El coordinador asegura que conforme entren en funcionamiento los CDE a nivel nacional, aumentará el número de trabajadores calificados que tanto necesitan las microindustrias.
