La vida parece sonreírle a Efraín Zelaya. Su negocio, una pequeña fábrica de tortillas ubicada en el sector de Trincheras, municipio de Choloma, va creciendo de día en día.
Pero el éxito, del que ahora disfruta, no le resultó sencillo obtenerlo ni lo hizo de la noche a la mañana.
Hace unos diez años, según su relato, se dedicaba “a destruir su cuerpo”, atrapado como estaba al vicio de las drogas.
Cansado de la vida que llevaba, caracterizada por la desintegración familiar, Efraín tuvo un nuevo comienzo en la fe que halló en su iglesia. Una vez que dejó sus malos hábitos, era cuestión de decidir qué quería hacer con su vida. “Hace unos siete años vimos una necesidad y nos interesó la idea de producir tortillas para la gente que trabaja en las maquilas. Lo analizamos, lo gestionamos y lo llevamos a la práctica”.
De ese modo nació Tortillería Génesis, negocio que al momento de abrir sus puertas en 2006 empleaba a cuatro personas y producía 300 paquetes diarios, todos de forma artesanal sobre una hornilla.
Actualmente, la pequeña empresa produce cuatro veces y media más tortillas que antes, gracias a la tecnificación de su proceso de producción.
Por otro lado, proporciona un trabajo digno a nueve personas, algunas de las cuales, como Efraín, han tenido un pasado de drogas.
Otra clave de su éxito es la diversificación, ya que a la par que produce tortillas, distribuye productos acompañantes: queso, mantequilla y chicharrones, entre otros, además de una línea de tacos y tortillas tostadas.
