19/04/2024
12:37 PM

Con golpes de tijera se labra un futuro

  • 18 abril 2013 /

Con su negocio, Jordan ha logrado pagar sus estudios.

En el barrio Concepción se encuentra una barbería que a primera vista no parece muy diferente de las demás.

Se llama Barbería Junior, y la apariencia dura hasta que uno conoce a su propietario, Jordan Hernández, un joven que a sus 19 años tiene entre ceja y ceja labrarse un mejor futuro.

No hace mucho, sin experiencia laboral y con una educación básica sin terminar, Jordan se planteaba qué hacer con su vida.

Afortunadamente para él, un amigo le puso en contacto con un programa auspiciado por Usaid, gracias al cual pudo formarse como barbero. “Cuando empecé a aprender no sabía ni cómo agarrar una máquina; pero me gustaba bastante el oficio y por eso me decidí por él. Me gustó el estilo y la moda, los cortes modernos”, relata.

Pero Jordan no es de los que se conforman, y en lugar de ofrecer sus servicios a otros, decidió establecer su propio negocio. “Para montar el negocio la academia en la que estudié me facilitó los préstamos y me asesoró”, refiere.

Para darse a conocer recurrió a un efectivo truco de mercadeo: ofreció cortes de pelo gratis. Pronto su negocio se ha había hecho de clientela.

Jordan se enorgullece de que siendo el menor de siete hermanos, tiene su propio negocio, algo que solo uno de sus seis hermano puede decir también. Gracias a eso ha podido continuar su educación secundaria y así, con cada corte, va labrando su futuro.