La crisis económica actual puede ser también un catalizador para el desarrollo de nuevas microempresas. La clave está en el conocimiento y, en ese aspecto, hoy existen más opciones de capacitacón que antes.
De acuerdo con las últimas estadísticas oficiales, unos 1.8 millones de hondureños se encuentran desempleados o subempleados.
Se calcula que el sector privado genera anualmente entre 50 y 60 mil plazas, pero el mercado laboral se inunda de al menos 100 mil nuevas personas anualmente, produciendo una situación en la que la oferta supera ampliamente a la demanda.
Lo que a primera vista podría parecer una crisis severa, puede ser también, en especial para los emprendedores, una oportunidad de salir adelante y convertirse en sus propios empleadores.
“Hay que buscar toda la información, la capacitación y el conocimiento”, recomienda el economista Jorge Interiano como primer paso para formar un eventual negocio.
Afortunadamente existen cada vez más instituciones y programas dedicados a apoyar a los emprendedores, tanto a quienes ya cuentan con un negocio en marcha como a quienes todavía andan en busca de su vocación.
Capacitaciones
El Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop) es el punto de partida de buen número de personas, especialmente jóvenes, de iniciarse en el aprendizaje de un oficio que en muchos casos termina convirtiéndose en un negocio.
Sin embargo, para quienes tienen la experiencia pero no saben cómo iniciar un negocio, existen diversas organizaciones empresariales y del gremio de la micro y pequeña empresa que pueden ayudar.
“Para la pequeña empresa nos estamos enfocando en un plan de negocios, cómo crearlo y desarrollarlo, porque eso le da un ideal al microempresario sobre cómo manejar el mercadeo, de las áreas financiera y operativa”, explica María Clara Bueno, directora de negocios de EduSystems.
Una aclaración: no todas las capacitaciones son gratuitas, pero pueden conseguirse a bajo costo afiliándose a organizaciones gremiales o mediante donaciones otorgadas por medio de los programas de capacitación.
El punto es no cruzarse de brazos porque, como dice Bueno, “siempre hay opciones, ya no hay excusa para no capacitarse”.