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Lechugas y chiles gourmet para gustos exigentes

  • 06 diciembre 2012 /

Hortalizas cholomeñas son producidas mediante cultivos hidropónicos.

Probablemente al visitar algún restaurante elegante o un hotel se ha encontrado con el sabor exótico de un chile de color morado, blanco o achocolatado, o ha disfrutado de una ensalada con una hoja de lechuga gourmet. Lo que quizá no sabe es que ese producto de calidad internacional es producido en Honduras, más específicamente, en la ciudad de Choloma.

Se trata de Greenhouse Harvest, una empresa que desde hace seis años se ha dedicado a la producción de hortalizas por medio del sistema hidropónico, es decir, que no se cultivan en la tierra, sino mediante humedad.

“La idea es tener en nuestro país un producto de alta calidad y con una tecnología innovadora como es la hidroponía, que consiste en no utilizar suelo y la producción está dentro de invernaderos”, explica Yaneth de Peach, gerente general de la empresa.

Cuando surgió la idea, hace seis años, la empresa empezó con la producción de seis tipos de lechugas gourmet; pero ahora producen también hierbas aromáticas como albahaca, tomillo y orégano y chiles de colores.

La producción actual de lechugas es de unas 20 mil unidades semanales, que se distribuyen en las principales cadenas de supermercados de San Pedro Sula y la capital, así como en hoteles y restaurantes. La producción actual de chile es de 900 unidades semanales.

Próximamente se introducirán los microgreens o brotes, que son unas hojas miniatura concentradas de diferentes nutrientes de hortalizas, como arúbula, zanahoria y pachoy, sabores de gran demanda en la alta cocina.

El crecimiento de la demanda abrió las puertas para que la empresa familiar involucrara además a Carol, la hermana de Yaneth, quien ahora se encarga de la producción de chiles, que se diferencian por sus colores morados, blancos, chocolate, anaranjados, amarillos y rojos, además de tener cuatro variedades de chiles jalapeños.

Planes de expansión

“La idea original era dejar un producto de calidad a nuestro país, porque normalmente lo mejor se va. El concepto inicial era tener un producto fresco y de alta calidad”, explica De Peach, quien, sin embargo, no descarta abrirse horizontes en el mercado exterior.

Para cuando se dé la oportunidad de cruzar la frontera ya trabajan en una certificación como productores orgánicos que respalde las buenas prácticas de producción con que trabajan. De momento, la idea es fortalecerse en el mercado nacional y seguir innovando con productos como los chiles de colores, algunos de los cuales son únicos en el país.

De Peach recuerda que al principio fue difícil entrar al mercado local “porque para comenzar se trata de un producto más costoso por la forma en que se cultiva; además de que todos los insumos hay que importarlos y eso eleva el costo de la producción”.

Ahora la aceptación ha sido tal que incluso chefs de hoteles salvadoreños han mostrado su interés por tener estos productos en sus recetas.

Tras seis años de éxitos, de Peach invita a los emprendedores a “ser soñadores y querer alcanzar esos sueños, luego hay que ponerlos en las manos De Dios y estar dispuestos a pagar el precio para salir adelante y tener éxito”.