Por años, las labores domésticas fueron el pan de cada día para Eva Sabillón.
Para esta exama de casa (27 años), madre de tres hijos y convertida ahora en pequeña empresaria, participar en la cadena de valor estructurada por CARE significó un antes y un después en su vida.
“Yo era una ama de casa con un ingreso mínimo de entre 300 y 400 lempiras semanales, no trabajaba y me dedicaba a los quehaceres de la casa; supe del programa a través de la escuela y ellos nos dieron el capital semilla, y en la parte de generación de ingresos surgió la idea de crear una microempresa, con la cual nos dedicamos a elaborar tortillas de harina, de maíz y donas”.
Para apoyar este emprendimiento se unieron unas 13 mujeres en similar situación, de las cuales Eva es la coordinadora, ayudando a crear y registrar legalmente la Empresa de Servicios Múltiples Dos Caminos Sur, en la localidad del mismo nombre en el municipio de Villanueva, la que comercializa la marca Tortiharina.
Eva refiere que gracias al esfuerzo realizado y al apoyo recibido, sus ingresos han mejorado sustancialmente, pero no por eso ha olvidado ser agradecida. “Donamos la merienda a los niños de una escuela una vez por semana”, comenta.
“Antes nos conformábamos con estar en la casa, pero ahora, incluso, estoy sacando mi educación media, porque con este negocio ya puedo pagar mis estudios”, puntualiza.
