Héctor Armando Flores (48) trabajó como mecánico en una maquila por 10 años. Cuando le tocaba probar una máquina, lo hacía con prendas textiles; ahora ha creado su propia línea de ropa interior femenina.
Pretty Woman es la marca bajo la cual este microempresario confecciona sus diseños. Aunque su mayor mercado es femenino, también fabrica boxer para hombres.
Héctor recuerda que al inicio cumplía los dos roles, cubría sus horarios en la maquila y fabricaba las prendas para su microempresa. “A la hora del almuerzo compraba la materia prima y al salir de trabajar, tipo cinco de la tarde, nos poníamos con mi esposa a hacer la ropa interior”, relató.
Al poco tiempo dejó su trabajo como mecánico. Sacó dos máquinas al crédito y empezó a confeccionar a tiempo completo, convirtiendo la sala y el comedor de su casa, ubicada en Choloma, en un mini taller.
“Había demanda y poca competencia. Vendimos la casa y creamos un taller”, expresó el microempresario.
Héctor lleva ya 12 años confeccionando ropa interior femenina. Todo lo ha logrado con la ayuda de su esposa, Adina, y sus hijos Nahún Armando y Héctor Ariel.
“Le pusimos confecciones Pretty Woman para atraer a los clientes, porque lamentablemente la gente no consume lo nuestro, pero cuando conocen el producto les gusta”, señaló.
Héctor pasa pendiente de las revistas femeninas para sacar ideas y crear sus diseños.
Para promover su producto, sale a vender. “Lo que nos hace falta es un cliente mayorista que nos pida grandes cantidades, es lo que sueño”, comentó.
Hace unos años tenía 22 empleados, ahora se ha quedado solo con cuatro y su familia. Para fin de año hará contrataciones temporales.
