18/04/2024
10:16 PM

¿Qué pasa cuando China va a Occidente?

los consumidores de Estados Unidos están acostumbrados a comprar productos hechos en China, y las firmas multinacionales estadounidenses están acostumbradas a vender a clientes de China. Entonces, ¿qué pasa cuando las firmas chinas empiezan a hacer negocios en Estados Unidos y otros mercados desarrollados?

Compañías chinas de todo tamaño ya están operando en Estados Unidos a lo grande. Más de 80% de las visas especiales estadounidenses para empresarios inmigrantes fue emitido para individuos de China. En total, las compañías chinas invirtieron 90,200 millones de dólares a nivel internacional el año pasado, según información estadística oficial del ministerio de Comercio.

¿Cómo debería responder el Estados Unidos corporativo ante la llegada de China? La respuesta a esta pregunta varía dependiendo de si una firma estadounidense está considerando nuevo dueño, buscando nuevos socios o respondiendo a nuevos competidores de China. Para las compañías estadounidenses que buscan inversión estratégica, ser propiedad china representa una alternativa para las rutas tradicionales de inversión de riesgo o adquisición por alguien más grande de la industria nacional. La identidad de la última persona que toma decisiones es una preocupación importante entre las firmas que aceptan inversión de riesgo. Bajo el esquema de capital de inversión, el CEO debe responder al representante asignado por la firma inversora. La propiedad china puede eliminar de la ecuación esta inquietud.

Para las firmas estadounidenses que se están asociando con compañías chinas, el acceso a nuevos mercados internacionales es una ganancia obvia. En teoría, suena como una relación ideal: el socio estadounidense posee una marca de talla mundial mientras que el socio chino aporta capital y acceso a un nuevo mercado. ¿Pero cuáles son las implicancias más amplias para los estándares de la industria? Las compañías occidentales deberían considerar las implicaciones de largo plazo de formar una sociedad con firmas chinas, en particular los temas de propiedad intelectual y transferencia de tecnología.

Finalmente, un error común respecto a la inversión china en Estados Unidos es que las corruptas prácticas comerciales que pudieran estar presentes en las operaciones nacionales de la firma china simplemente se transmitirán a Estados Unidos. Este supuesto es falso. Cuando una compañía china opera en Estados Unidos, debe hacerlo en concordancia con las regulaciones locales, o enfrentar las consecuencias legales. Sin embargo, pudiera haber casos de firmas chinas que reciben incentivos especiales del gobierno de ese país que pudieran posibilitarles competir con puntos de precios desleales. Firmas estadounidenses que operen en la misma industria que los competidores chinos deberían trabajar conjuntamente para cabildear los cuerpos gubernamentales relevantes para erradicar cualquier práctica comercial anticompetitiva.

El número de compañías chinas que opera en Estados Unidos así como el monto de su inversión seguirá aumentando drásticamente en los próximos meses y años. Entender lo que esto significa para las compañías estadounidenses es crítico para garantizar que las firmas y público estadounidense puedan capitalizar nuevas oportunidades evitando al mismo tiempo riesgos comerciales potenciales.