Tegucigalpa, Honduras.
Durante el pasado Mobile World Congress que tuvo lugar en Barcelona del 27 de febrero al 2 de marzo, la GSMA, asociación que congrega a todo el ecosistema móvil del mundo, publicó su reporte anual sobre el estado de la industria de servicios financieros móviles.
En este informe destacó el crecimiento de estos servicios a nivel mundial, los cuales actualmente están llegando a 271 despliegues de dinero móvil en 93 países alrededor del mundo y 411 millones personas son usuarios registrados de estos servicios.
El dinero móvil es una herramienta de inclusión social que permite dar acceso a servicios financiero de bajo costo, a través del teléfono celular a personas que tradicionalmente no han tenido acceso al sector financiero.
El creciente éxito del dinero móvil ha hecho que en la actualidad este servicio se encuentre disponible en el 85% de los países cuya población se encuentra mayoritariamente excluida del sector financiero formal.
Aunque en Latinoamérica la industria del dinero móvil todavía es joven, la región ha mostrado un importante y constante crecimiento en la penetración de esta modalidad de servicios financieros en los últimos años.
Indicadores como el Global FIndex 2015 del Banco Mundial han puesto de manifiesto que el crecimiento regional está siendo liderado por países centroamericanos, en particular por El Salvador, Guatemala, Panamá y Honduras los cuales han profundizado la cobertura de cuentas en más de un 50% en los últimos tres años.
El análisis de la GSMA ha revelado que Honduras incluso uno de los países líderes en dinero móvil a nivel mundial.
La industria de dinero móvil hondureño se ubica dentro de los primeros quince lugares en el mundo, siendo una de las pocas de la región y el mundo con más de un millón de usuarios activos. Esto quiere decir que actualmente, alrededor del 20% de la población adulta en Honduras utiliza de manera activa una cuenta con dinero móvil.
La industria de dinero móvil en el país ha sido liderada por Tigo Money Honduras que actualmente es una de las 30 compañías de dinero móvil a nivel mundial que ostentan más de un millón de clientes activos (en un periodo de al menos 90 días). Este exclusivo club representa tan solo el 11% de los despliegues de dinero móvil a nivel mundial.
Es de destacar, que a pesar de que la industria de dinero móvil hondureña es todavía joven, en comparación con algunos de los líderes a nivel global, sus características dan señales de su gran potencial.
Mientras que en el mundo las transferencias entre personas siguen siendo uno de los productos de dinero móvil más exitosos, en Honduras la creación de un más completo ecosistema de pagos ha tenido un desarrollo acelerado, siendo uno de los productos más importantes el pago de cuentas de terceros (bill payments). Esto es de especial importancia, pues en el desarrollo de un ecosistema de pagos esta una de las claves para lograr la sostenibilidad de negocio y su aprovechamiento para lograr una verdadera inclusión financiera.
En el mundo, cada vez más reguladores reconocen la importancia de contar con un marco regulatorio que favorezcan el desarrollo del dinero móvil y la inclusión financiera.
A diciembre de 2015, 51 de los 93 países en los que el dinero móvil está disponible cuentan con regulación propicia para su desarrollo, esto significa un incremento frente al 2014, cuando solo 47 de los 89 países contaban con tales regulaciones.
En Honduras, la iniciativa del sector privado ha estado acompañado por los esfuerzos del Gobierno. Conscientes del potencial que el dinero móvil tiene en el crecimiento de los índices de inclusión financiera, la reducción de la pobreza y en general, del crecimiento económico, el presidente del país, la Comisión Nacional de Bancos Y Seguros y el Banco Central, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lanzaron en octubre 2015 la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), 2015-2020.
La ENIF reconoce la importancia del dinero móvil para la inclusión financiera y establece como objetivo el establecer un marco normativo que regule integralmente a la industria. Este es un punto de especial importancia que brindara la seguridad jurídica necesaria para que el mercado haga las inversiones requeridas para continuar la expansión de sus servicios y de la inclusión financiera.
Como resultado de la ENIF, el pasado miércoles 24 de febrero, fue publicado en La Gaceta, Diario Oficial de Honduras, el Acuerdo No. 01/2016 del Banco Central de Honduras, mediante el cual se aprobó el Reglamento para la autorización de las Instituciones no bancarias que brindan servicios de pago utilizando dinero electrónico.
Contar con un marco legal que brinde estabilidad y seguridad jurídica al mercado es un elemento necesario para que el dinero electrónico prospere. No obstante, la expedición de un marco normativo adecuado para el dinero electrónico no es tarea fácil; los reguladores enfrentan el complicado reto de garantizar, de un lado, la estabilidad y la confianza del público en el sistema y, de otro permitir la flexibilidad necesaria que el negocio requiere para ofrecer a la población servicios financieros móviles de bajo costo y que conlleven a una inclusión financiera real y sostenible.
Este equilibrio normalmente es logrado mediante un proceso de dialogo entre reguladores, industria privada y en ocasiones, entidades multilaterales con experiencia relevante en la materia. Se trata de procesos de aprendizaje en que los reguladores oyen y aprenden de la dinámica de un negocio que es nuevo para ellos, mientras que el sector privado entiende las preocupaciones y motivaciones de los reguladores.
Evidencia de la utilidad de estos procesos es el cambio drástico que sufren los borradores que inicialmente publican los reguladores respecto de las versiones finalmente aprobadas.
Aunque el Banco Central de Honduras ha tomado la delantera en la región al aprobar este nuevo marco regulatorio, la industria de dinero móvil se beneficiaría si se crearan espacios que permitieran tener un mayor entendimiento sobre las nuevas normas, lo cual facilite su implementación y asegure la continuidad de una industria ( y consecuentemente, la confianza del público) que se ha consolidado como líder mundial y que contribuye significativamente con las políticas de inclusión financiera y lucha contra la pobreza.
Autoridades públicas y sector privado enfrentan, ahora, de manera conjunta, la tarea de implementar adecuadamente la nueva reglamentación de la manera menos traumática para los actuales usuarios de los servicios de dinero electrónico, garantizando la seguridad de sus recursos y la confianza en el sistema.
Para lograr el sostenido crecimiento de los niveles de inclusión financiera y la expansión del ecosistema de pagos electrónicos, el Banco Central de Honduras deberá continuar siendo pionero en la regulación de importantes temas, como la interoperabilidad entre billeteras electrónicas, cuentas corrientes y de ahorros administradas por el sistema bancario tradicional.
