Tegucigalpa, Honduras.
Ramona, quien reside junto a sus tres hijos en el municipio de Lepaterique, Francisco Morazán, ha logrado salir adelante gracias al apoyo que recibe de su esposo José.
Cuando su esposo se fue para los Estados Unidos, ella tenía un embarazo de tres meses. Hoy su hija tiene 16 años.
“Yo estoy en mi casa por el esfuerzo de mi esposo. El está en los Estados Unidos”, relata Ramona, quien se encuentra junto a su hija menor.
“Mi papá siempre ha estado con nosotros, aunque no físicamente, pero siempre la comunicación con él es todos los días”, reconoce la adolescente.
En una videoconferencia con su familia, José les da la noticia que Banco Azteca les dará una cuenta Guardadito que les servirá para sus proyectos personales.
“Con mucha alegría de ser yo quien les dé esta buena noticia. Los extraño mucho, muy pronto estaremos por allá”, les promete José mientras todos sonríen al mismo tiempo.
Esta familia se ha logrado mantener unida a pesar de la partida de José. Ellos han construido su casa, y los hijos han recibido una buena educación gracias a las remesas que él envía periódicamente.
Es por historias como ésta que Banco Azteca se siente muy orgulloso de unir a las familias a través del servicio de remesas que está disponible los 365 días del año.
Banco Azteca siempre acercando a las familias.
Ramona, quien reside junto a sus tres hijos en el municipio de Lepaterique, Francisco Morazán, ha logrado salir adelante gracias al apoyo que recibe de su esposo José.
Cuando su esposo se fue para los Estados Unidos, ella tenía un embarazo de tres meses. Hoy su hija tiene 16 años.
“Yo estoy en mi casa por el esfuerzo de mi esposo. El está en los Estados Unidos”, relata Ramona, quien se encuentra junto a su hija menor.
“Mi papá siempre ha estado con nosotros, aunque no físicamente, pero siempre la comunicación con él es todos los días”, reconoce la adolescente.
En una videoconferencia con su familia, José les da la noticia que Banco Azteca les dará una cuenta Guardadito que les servirá para sus proyectos personales.
“Con mucha alegría de ser yo quien les dé esta buena noticia. Los extraño mucho, muy pronto estaremos por allá”, les promete José mientras todos sonríen al mismo tiempo.
Esta familia se ha logrado mantener unida a pesar de la partida de José. Ellos han construido su casa, y los hijos han recibido una buena educación gracias a las remesas que él envía periódicamente.
Es por historias como ésta que Banco Azteca se siente muy orgulloso de unir a las familias a través del servicio de remesas que está disponible los 365 días del año.
Banco Azteca siempre acercando a las familias.
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