Lima, Perú.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó en Lima el informe “Formalizando la informalidad juvenil”, en el que alertó que seis de cada diez jóvenes trabajan actualmente de manera informal en América Latina y el Caribe.
La directora regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Elizabeth Tinoco, detalló en un encuentro con periodistas las principales conclusiones del estudio, que advierte que la informalidad juvenil afecta a 27 millones de trabajadores de entre 15 y 24 años.
Junto a Tinoco también comparecieron la directora de la oficina de la OIT para los países andinos, Carmen Moreno, y el especialista regional en empleo juvenil de la misma organización, Guillermo Dema.
El documento será la base del debate de una reunión de la OIT que se inició ayer en Lima con una treintena de delegados de ocho países y representantes de empleadores y trabajadores para debatir las políticas más adecuadas de formalización del empleo juvenil.
Los países latinoamericanos que presentan las tasas más altas de empleo juvenil informal son Guatemala, Honduras, El Salvador, Perú y Paraguay, cuyas cifras se sitúan entre el 70 y el 80% de la población de jóvenes que trabajan.
En la otra cara de la moneda están Costa Rica y Uruguay, donde la informalidad del empleo juvenil se sitúa en el 30 y el 33%, respectivamente.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó en Lima el informe “Formalizando la informalidad juvenil”, en el que alertó que seis de cada diez jóvenes trabajan actualmente de manera informal en América Latina y el Caribe.
La directora regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Elizabeth Tinoco, detalló en un encuentro con periodistas las principales conclusiones del estudio, que advierte que la informalidad juvenil afecta a 27 millones de trabajadores de entre 15 y 24 años.
Junto a Tinoco también comparecieron la directora de la oficina de la OIT para los países andinos, Carmen Moreno, y el especialista regional en empleo juvenil de la misma organización, Guillermo Dema.
El documento será la base del debate de una reunión de la OIT que se inició ayer en Lima con una treintena de delegados de ocho países y representantes de empleadores y trabajadores para debatir las políticas más adecuadas de formalización del empleo juvenil.
Los países latinoamericanos que presentan las tasas más altas de empleo juvenil informal son Guatemala, Honduras, El Salvador, Perú y Paraguay, cuyas cifras se sitúan entre el 70 y el 80% de la población de jóvenes que trabajan.
En la otra cara de la moneda están Costa Rica y Uruguay, donde la informalidad del empleo juvenil se sitúa en el 30 y el 33%, respectivamente.