San Pedro Sula. La inversión extranjera en Honduras durante el año 2014 se evidenciará también en el sector agrícola.
No se trata de los rubros que más divisas aportan, como el café, la palma africana, el azúcar y el camarón, sino de un sector potencial que, antes del paso del huracán Mitch, prometía una buena generación de divisas para el país: el cacao.
La proyección de producción de cacao para la cosecha 2013-2014, que concluye en mayo próximo, asciende a 1,200 toneladas métricas, lo que significa 50 más que lo registrado en el ciclo productivo 2012-2013.
El cierre de la generación de divisas para este año sería de unos $3.6 millones si se considera que cada tonelada métrica de cacao tradicional (forastero) se paga a $3,000, en promedio, según los movimientos de la Bolsa de New York.
Sin embargo, los compradores europeos como Xoco Fine Cocoa Company, de recurso danés, y Chocolates Halba, de capital suizo, instalados en Honduras, pagan un incentivo por tonelada métrica que varía de 25% a 40% más sobre el precio de la Bolsa, siempre que sea de la variedad indio amelonado rojo o cacao orgánico de calidad A, respectivamente.
En 2014, será Chocolates del Caribe, empresa costarricense de capital holandés, la que aumentará potencia en la comercialización de cacao hondureño mediante el valor agregado.
Este importante paso, que se concretará en menos de un mes, dará impulso a la industria chocolatera hondureña, que hasta el momento ha sido -en su mayoría- artesanal.
“Vamos a comprar cacao y a procesarlo y lo que vamos a exportar es chocolate, manteca, ya procesado. Es una materia prima para otros chocolateros, pero de a poco”, explica Wendy Leiva, administradora de Chocolates del Caribe.
Según la representante de la chocolatera, todavía no se puede hablar de precios porque primero se definirá el mercado y posicionamiento, de manera que se comience a producir conforme a la demanda. No obstante, refirió que podría haber un incentivo en la compra de cacao para los productores.
A la fecha, la inversión de Chocolates del Caribe en el país asciende a unos $750 mil, aproximadamente.
Esta empresa compró la planta procesadora que tenía la Asociación de Productores de Cacao de Honduras (Aprocacaho) en los años 90.
“Las instalaciones están en Choloma. Espacio hay para más maquinaria. En eso estamos, en la etapa preoperativa, mantenimiento, mejoramiento”, indica Leiva.
La planta tiene una capacidad de tres mil toneladas al año, “pero no la vamos a comenzar así, sino conforme a la demanda, y tampoco podemos producir mucho porque no sabemos cómo andará nuestro mercado”.
En este punto, la administradora refiere que falta adquirir otro horno para garantizar el proceso industrializador. “Entre lo que es el tueste del grano, que eso es lo que estamos tratando de mejorar, posiblemente se invierta en otras maquinarias para mejorar la calidad del producto que queremos ofrecer”.
Según Leiva, el principal desafío del rubro cacaotero es mejorar la calidad de la semilla.
“Sabemos que se está haciendo mucho y ha habido avances”.
La estandarización
Edward De Bruin, del programa de asesores holandeses, quien trabajó en la industria chocolatera por más de 40 años y ahora posee su propia empresa dedicada a comercializar productos de chocolate, dice que el primer objetivo en el sector debe ser la estandarización en la calidad.
“Esto, además de ayudar a comercializar productos de chocolate, desarrollará las cooperativas e involucrará más a las mujeres en las ciudades de Honduras”, manifiesta.
El empresario menciona que en Roatán, Islas de la Bahía, hay un mercado potencial gigante que está integrado, principalmente, por turistas y que debe ser aprovechado.
“Creo que es necesario dirigirse a las personas que tienen dinero. También al mercado interno. Por ejemplo, en La Ceiba (Atlántida), hay un círculo que puede ser importante para el desarrollo de Chocolate en Honduras.
Nos han contado que en Roatán hay una tienda que tiene una buena venta de $400 mil por año. Es mucho. Venden el producto con cacao producido en Nicaragua, pero lo ideal sería que sea cacao hondureño”, concluye De Bruin.
